Desde hace poco más de 20 años, el término ‘biohacking’ comenzó a popularizarse en Estados Unidos. En principio, hizo referencia a prácticas enfocadas en mejorar la salud y el desempeño personal. Hoy, la investigación continúa y se le atribuyen múltiples beneficios.
En general, el ‘biohacking’ abarca desde la nutrición adecuada y la meditación hasta técnicas avanzadas, como la detección temprana de enfermedades y la implementación de terapias celulares para la regeneración. También aprovecha el uso de tecnologías avanzadas para monitorizar y mejorar funciones biológicas.
Según explicó a SEMANA la doctora Ángela Almanza, ortopedista y traumatóloga del Centro Médico Especializado Regenera Clinic, hay muchos campos de ‘biohacking’, entre los que figuran la nutrición, la biología, la genética y la neurociencia.
“Cada campo se especializa en diferentes enfermedades. Para la artrosis, por ejemplo, actuamos desde la biología, donde usamos las terapias celulares para prevenir y tratar la artrosis y evitar cirugías grandes, como el remplazo articular. Sin embargo, hay conocimientos generales que ya se aplican desde todas las áreas, y un ejemplo claro es la monitorización de la glucosa. Actualmente, la gran mayoría de la población es consciente del efecto tan negativo del azúcar en nuestra salud y cada vez más personas reducen el consumo de azúcar y productos refinados en sus dietas. En los niños de hoy, el consumo de gaseosas no es igual al que teníamos en los años 80-90, y esto seguramente va a mostrar un efecto positivo en la vida adulta de los niños de hoy”, detalló la experta.
En general, al ‘biohacking’ se le atribuye el potencial para prolongar la vida humana al tiempo que mejora la función biológica. Al respecto, la doctora Almanza indicó que todo empieza mediante el conocimiento profundo de nuestro propio cuerpo y la responsabilidad en la salud.
“Esto nos impulsa a tener cambios sencillos, pero importantísimos. Van desde la meditación, la adecuada nutrición y la higiene del sueño hasta intervenciones más grandes, como los test epigenéticos, los cuales nos permite identificar predisposiciones a ciertas condiciones, como el Alzheimer, la demencia, la calvicie y la artrosis”, anotó.
¿Cómo aplicar ‘biohacking’ en la niñez?
La doctora Almanza compartió algunos métodos para aplicar ‘biohacking’ desde una edad temprana. Se trata de hábitos simples que hacen parte de un estilo de vida saludable:
- Inculcar una dieta sana en los niños, priorizando el consumo de alimentos frescos, no procesados, cocinados en casa, variados en color y de fácil preparación.
- La higiene del sueño, que incluye un número mínimo de horas de sueño continuo de buena calidad en un ambiente oscuro, con temperatura adecuada y sin luz azul como la del televisor.
- El deporte como parte de la rutina.
- El correcto manejo de las emociones.
A través del ‘biohacking’, sostiene la experta, es posible ‘hackear’ el cuerpo para reducir predisposiciones a enfermedades o, incluso, evitarlas por completo. En cuanto a la frecuencia de las prácticas de este enfoque, varía según el objetivo de cada persona.
Para diagnósticos tempranos, se aconseja realizar exámenes anuales que incluyen imágenes avanzadas, como resonancias magnéticas de cerebro y corazón, además de exámenes sanguíneos. En ortopedia regenerativa, la frecuencia depende de si el tratamiento es preventivo o para manejar una degeneración avanzada.
‘Biohacking’ y ortopedia regenerativa
La ortopedia regenerativa, dijo la doctora Almanza, es un área en desarrollo de la ortopedia y la traumatología, “donde ya no vemos a la persona como una condición (la artrosis de cadera, la hernia de columna el manguito rotador), sino como una persona con una constelación de información que la hace un caso único”.
El objetivo pasa por estudiar y tratar la condición del paciente, así como verificar su estado inflamatorio y corregirlo -en caso de que sea necesario-. Antes de tratar el diagnóstico principal, se evalúa cómo mejorar su condición músculo-esquelética, determinando qué músculos necesita estirar y cuáles necesita fortalecer. Luego, se brinda educación respecto al cuerpo que pueda replicar y aplicar en su día a día. Finalmente, se interviene su condición mediante terapia celular.
“En la ortopedia regenerativa vemos al paciente de una forma integral y nos ayudamos de herramientas diagnosticas avanzadas, como la resonancia magnética, que nos permite calificar la degeneración articular, la aplicación de la terapia laser de alta frecuencia, la medicina hiperbárica, la sueroterapia y la terapia física personalizada y, finalmente, la terapia celular con células madre, exosomas y factores de crecimiento aplicados en protocolos específicos y personalizados”, concluyó la experta.