La lisina es un aminoácido, es decir, una molécula que puede combinarse y ser la base de las proteínas. Es conocida porque puede tener múltiples beneficios para la salud si se adquiere en cantidades adecuadas por medio de una dieta balanceada e incluso se usa para algunos tratamientos médicos.

Entre sus principales propiedades, algunas fuentes médicas y científicas advierten que puede ser un aminoácido clave para el sistema inmune.

De acuerdo con el medio especializado en información sanitaria Tua Saúde, la lisina no solo fortalece las defensas, sino que también puede servir para prevenir que los virus que entran en el cuerpo se repliquen con facilidad, lo cual mitiga su riesgo.

De hecho, la organización de urólogos Western New York Urology Associates de Estados Unidos advierte que el uso de lisina puede ser útil para combatir algunas formas del virus que causa el herpes.

“Tanto los fuegos labiales como el herpes genital son causados por un virus llamado herpes simplex. Después (de) que usted es infectado por vez primera, este virus se esconde en ciertas células nerviosas y resurge bajo momentos de estrés. La investigación de laboratorio sugiere que la lisina combate el virus al bloquear la arginina, un aminoácido que el virus necesita para duplicarse. Por esta causa, la lisina podría ser más efectiva al usarse en conjunto con una dieta baja en arginina”, señala la organización de urólogos.

No obstante, advierte que la efectividad de la reducción de la arginina en la dieta para mejorar los casos de herpes no está comprobada del todo, pues no se ha recogido suficiente evidencia científica al respecto. Eso sí, la lisina sí ha demostrado tener efectos positivos en los pacientes que han sido diagnosticados con herpes. Por eso, se producen medicamentos que contienen este aminoácido.

La lisina puede ayudar a las personas que padecen de herpes. | Foto: Getty Images

“Una dosis terapéutica, típica de lisina para las infecciones por herpes es 1 g 3 veces al día. Usted puede tomarla como una parte regular de su dieta con la esperanza de prevenir brotes de herpes o quizá, ante el primer signo de un ataque”, explica la organización.

Aunque es posible conseguir suplementos de lisina sin necesidad de una receta médica, lo cierto es que las autoridades sanitarias recomiendan consumirlos únicamente bajo la supervisión de los profesionales médicos que determinarán si es adecuado tomarlos o si pueden usarse otros medicamentos.

Los huevos, las carnes y los lácteos tienen importantes cantidades de lisina. | Foto: Getty images

De acuerdo con el portal Tua Saúde, es importante tener en cuenta que los medicamentos con lisina pueden tener algunas contraindicaciones y efectos secundarios que los pacientes y los profesionales médicos deben tener en cuenta antes de empezar a ingerirlos o recetarlos.

Para empezar, el medio citado advierte que la lisina no debería ser consumida por personas que están padeciendo de enfermedades que afectan sus riñones, hígado o corazón. Las mujeres en estado de embarazo o que están en período de lactancia también deben abstenerse de tomarla, pues podrían afectar su salud o la de sus bebés.

En cuanto a los efectos secundarios, Tua Saúde señala que la lisina podría causarles a los pacientes síntomas como el dolor de estómago y la aparición en diarrea. Esto, indica, se puede presentar con mayor frecuencia si las personas consumen cantidades de lisina superiores a las que se les recomiendan.

Vale decir, sin embargo, que la mayoría de personas puede conseguir las dosis diarias que requiere de lisina a través de una alimentación adecuada, por lo cual no se necesita consumir ningún tipo de suplemento a menos de que haya una condición médica que lo amerite.

El dolor de estómago es uno de los efectos secundarios de consumir lisina en dosis superiores a las recomendadas. | Foto: Getty Images

De acuerdo con Western New York Urology Associates, entre los alimentos que contienen mayores cantidades de lisina están las proteínas animales, que incluyen carnes de res, pollo y huevos. Así mismo, advierten que puede conseguirse por medio de otras comidas como los productos lácteos y granos como los frijoles.