La Esclerosis Lateral Amiotrófica, conocida por sus iniciales como ELA, es una enfermedad neurodegenerativa progresiva que afecta a las células nerviosas, las cuales son las encargadas del control de los músculos voluntarios, tal como informa Medline Plus.

Conforme la enfermedad va avanzando, estas células, conocidas como neuronas motoras, se deterioran hasta que mueren, traduciéndose esto en la pérdida gradual de la función muscular y la capacidad de movimiento. El caso más conocido mundialmente, es el del físico Stephen Hawkins.

Las células del cerebro no se recuperan una vez mueren - Foto: Universitam

Así las cosas, la investigación en el campo de las células madre es centro de gran interés, dado su potencial para el tratamiento de esta enfermedad devastadora. Todo esto, pese a que aún no se ha encontrado una cura definitiva para la ELA.

Hay que decir que las células madre son las únicas células que tienen la capacidad de transformarse en diferentes tipos de células del cuerpo, es decir, que estas son en una herramienta prometedora para la regeneración de tejidos y la reparación de órganos dañados, de acuerdo con Mayo Clinic.

En el mundo, la ELA se presenta en dos de cada 100.000 habitantes, con un leve predominio en la población masculina (1.5 a 1 y 2 a 1), según Medline Plus.

Así, en Colombia, hay al menos cerca de cuatro casos nuevos al mes en el país, de acuerdo con datos del Instituto Roosevelt, que cuenta con un grupo interdisciplinario en ELA, no hay estudios epidemiológicos sobre la enfermedad.

Cuando se habla de la plasticidad del cerebro, se quiere decir que hay un cambio en las conexiones entre neuronas y en las neuronas mismas.

En el caso de la ELA, las células madre podrían tener varios enfoques terapéuticos. “Un enfoque consiste en utilizar células madre para reemplazar las neuronas motoras perdidas”, de acuerdo con el doctor Carlos Escobar, director científico de Trustem.

“Estas células madre, ya sean tomadas del propio paciente (células madre autólogas) o de donantes (células madre alogénicas), pueden ser diferenciadas en neuronas motoras en el laboratorio y luego trasplantadas al sistema nervioso del paciente”, agrega. Este enfoque busca restablecer las conexiones neuronales y mejorar la función muscular.

“Otro enfoque prometedor es el uso de células madre para proporcionar soporte y protección a las neuronas motoras existentes, de manera que mejoren su funcionamiento, e incluso se puedan reproducir otras células del tejido nervioso como las células de la glía”, manifiesta el doctor Escobar.

Las células madre son objetivo de investigación. Foto: Biodencell

Las células madre liberan factores de crecimiento y moléculas protectoras que pueden ayudar a mantener la supervivencia y la funcionalidad de las neuronas motoras afectadas por la ELA. Los cuales pueden ayudar a retardar la progresión de la enfermedad y mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Además de estos enfoques directos, las células madre también se están utilizando en la investigación de modelos de enfermedades para comprender mejor los mecanismos subyacentes de la ELA y desarrollar nuevos fármacos y terapias. Estos modelos permiten a los científicos estudiar la enfermedad en el laboratorio y probar diferentes enfoques terapéuticos de manera más eficiente y segura.

Síntomas

De acuerdo con Mayo Clinic, estos son algunos de los síntomas que suelen presentar las personas con esclerosis lateral amiotrófica (ELA):

  • Dificultad para caminar o realizar actividades diarias normales.
  • Tropezones y caídas.
  • Debilidad en las piernas, los pies o los tobillos.
  • Debilidad o torpeza en las manos.
  • Dificultad para hablar o problemas para tragar.
Uno de los tratamientos caseros para curar el dolor de garganta es con la preparación de té, como el de canela. Foto: Getty Images. | Foto: Getty Images
  • Calambres musculares y espasmos en brazos, hombros y lengua.
  • Llanto, risa o bostezos inapropiados.
  • Cambios cognitivos y de comportamiento.

Los síntomas de esta enfermedad, regularmente, suelen iniciar en las manos, pies y extremidades. Luego, se va a extendiendo a otras partes del cuerpo. Esto va ocurriendo según como vaya avanzando la afectación y destrucción de las células nerviosas. Cuando la enfermedad está muy avanzada afecta los procesos de deglución (comer), respiración y habla, señala Mayo Clinic.