La actividad física es indispensable para la salud del cuerpo y de la mente también, ya que al hacerlo, se libera de estrés acumulado por las labores diarias, y le da al cerebro un mensaje positivo, lo que lo activa para el desarrollo del día.
Según Mayo Clinic, hacer ejercicio ayuda a “prevenir el aumento de peso excesivo o ayudar a mantener la pérdida de peso, porque quemas calorías. Estar activo aumenta el colesterol con lipoproteína de alta densidad (HDL) o el colesterol ‘bueno’ y reduce los triglicéridos poco saludables. Esta fórmula instantánea hace que tu sangre fluya normalmente, lo cual reduce tu riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares”.
Asimismo, el portal destaca que la actividad física “estimula varias sustancias químicas cerebrales que pueden hacer que te sientas más feliz, más relajado y menos ansioso”.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), “la inactividad física es uno de los principales factores de riesgo de mortalidad por enfermedades no transmisibles”.
Por ello, aseguran que entre 150 y 300 minutos de actividad aeróbica moderada a la semana es ideal para los adultos, y una media de 60 minutos de actividad física moderada al día para los niños y adolescentes.
Por su parte, la médica psiquiatra Laura Villamil manifiesta que “el ejercicio genera la liberación de endorfinas, que funcionan como potentes analgésicos naturales, y mejoran las sensaciones de malestar y dolor. Además, promueve la liberación de neurotransmisores como la serotonina, noradrenalina y dopamina, sustancias que mejoran el ánimo de las personas”.
“Asimismo, el ejercicio mejora el autoestima, generando beneficios físicos y promoviendo el desarrollo del autocontrol y la motivación”, añade la médica.
Dicho esto, es importante destacar que dependiendo de lo que se quiera lograr, es vital tener en cuenta el horario en que se practique la actividad física.
Ello, lo encontró el doctor Paul J. Arciero, profesor del Departamento de Ciencias Fisiológicas Humanas y de la Salud de Skidmore College en Saratoga Springs, en Nueva York, Estados Unidos, investigó en varios hombres y mujeres qué le ocurría al cuerpo cuando hacía ejercicio en diferentes horarios.
El doctor Arciero, manifestó: “Aquí mostramos por primera vez que para las mujeres, el ejercicio durante la mañana reduce la grasa abdominal y presión arterial, mientras que el ejercicio nocturno en las mujeres aumenta la fuerza muscular, la potencia y la resistencia de la parte superior del cuerpo, y mejora el estado de ánimo general y la saciedad nutricional”.
“También mostramos que para los hombres, el ejercicio nocturno reduce la presión arterial, el riesgo de enfermedades cardíacas y la sensación de fatiga, y quema más grasa, en comparación con el ejercicio matutino”, expresó el médico investigador.
El experto, a su vez, destacó que su investigación demostró “los beneficios del ejercicio multimodal (RISE) tanto matutino como vespertino para mejorar la salud cardiometabólica y del estado de ánimo, así como los resultados de rendimiento físico en mujeres y hombres”.
El equipo concluyó que el tiempo de ejercicio por día “puede ser importante para optimizar la salud individual inducida por el ejercicio y los resultados de rendimiento en individuos físicamente activos y puede ser independiente de la ingesta de macronutrientes”.
Fue un total de 59 mujeres y 30 hombres los preseleccionados inicialmente, de los cuales 30 mujeres y 26 hombres fueron elegibles para participar. Los participantes “eran mujeres y hombres no fumadores, sanos, entrenados y sin enfermedades cardiovasculares o metabólicas conocidas, según lo evaluado por un historial médico y un examen médico completo”, indica el estudio.