Un estilo de vida saludable es muy importante para evitar complicaciones de salud cuando se tiene una enfermedad crónica como la diabetes.

Sobre el consumo de alcohol de personas con diabetest, Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, explica lo siguiente:

Aunque muchas personas con diabetes pueden tomar alcohol con moderación, es importante comprender los posibles riesgos del consumo de alcohol y lo que puede hacer para reducirlos. El alcohol puede interferir con la manera en que su cuerpo utiliza el azúcar en la sangre (glucosa). El alcohol también puede interferir con ciertos medicamentos para la diabetes.

Es importante que al momento de recibir un diagnóstico de diabetes, se sigan las recomendaciones brindadas por el médico. Asimismo, en caso de que se desee ingerir alcohol, se debe consultar con el profesional sobre si en cada caso específico, es saludable hacerlo.

Lo recomendable es consultar con un doctor, pues al tomar bebidas alcohólicas, como la cerveza, la persona corre el riesgo de tener niveles elevados o bajos de glucosa en la sangre. Estos efectos dependen de la cantidad de alcohol y el medicamento que se esté tomando.

“El hígado libera glucosa al torrente sanguíneo según sea necesario para ayudar a mantener el azúcar en la sangre a un nivel normal. Cuando usted toma alcohol, su hígado necesita descomponerlo. Mientras su hígado lo procesa, deja de liberar glucosa. Como resultado, su nivel de azúcar en la sangre puede caer velozmente, lo cual lo pone en riesgo de sufrir una reducción de azúcar en sangre (hipoglicemia)”, detalla Medline Plus.

¡Cuidado con el exceso de alcohol!

Los Centros para el control y la prevención de enfermedades señala que se debe tener mucho cuidado con las cantidades de alcohol que se ingieren, especialmente en algunas ocasiones o al tener ciertas características:

  • Estar embarazada o si se planea estarlo.
  • Quienes conducen o van a realizar actividades que requieran de concentración y coordinación.
  • Personas que estén tomando medicamentos.
  • Personas que se están recuperando del alcoholismo.
  • Niños o menores de edad.

Riesgos a largo plazo

De acuerdo con los CDC, el consumo en exceso de bebidas a largo plazo puede incrementar el riesgo de padecer algunas afecciones o enfermedades graves, como:

  • Alta presión arterial, enfermedad cardiaca, accidentes cerebrovasculares, enfermedad del hígado y problemas digestivos.
  • Cáncer de mama, boca, garganta, laringe, esófago, hígado, colon y recto.
  • Problemas de aprendizaje y memoria, como demencia y bajo rendimiento escolar.
  • Problemas de salud mental, como depresión y ansiedad.
  • Problemas familiares, problemas relacionados con el trabajo y desempleo.
  • Dependencia al alcohol o alcoholismo”.

Diabetes

En los pacientes diabéticos, su cuerpo no produce una cantidad suficiente de insulina o no puede usar adecuadamente la insulina que produce. Cuando no hay suficiente insulina o las células dejan de responder de forma positiva a la insulina, hay demasiada azúcar en el torrente sanguíneo y, con el tiempo, esto puede causar problemas de salud graves, como enfermedad del corazón, pérdida de la visión y enfermedad de los riñones.

Existen tres tipos de diabetes. La tipo 1, que se caracteriza por ser la menos común, se puede presentar en cualquier edad (niños, jóvenes y adultos) y sucede cuando hay producción deficiente de insulina o la hay en cantidades mínimas. La de tipo 2, es la más común y sus síntomas son silenciosos, por lo que algunas personas no saben que padecen la enfermedad y aumenta el riesgo de complicaciones en su estado de salud. Y por último, la diabetes gestacional que, como su nombre lo indica, sucede durante el embarazo y aumenta las complicaciones durante el parto; además de que incrementa el riesgo de que la madre y el hijo presenten diabetes de tipo 2 en el futuro.

  • Orinar de forma frecuente y varias veces al día.
  • Tener hambre constantemente.
  • Perder peso sin razón alguna.
  • Fatiga.
  • Problemas de visión o visión borrosa.