En el mundo actual, abundan las dietas de moda, programas de pérdida de peso y estafas que prometen una reducción rápida y sencilla de peso. No obstante, la verdadera clave para perder peso sigue siendo una dieta equilibrada y baja en calorías, acompañada de un aumento en la actividad física.
Para alcanzar una pérdida de peso sostenible a largo plazo, es esencial realizar cambios permanentes en el estilo de vida y en los hábitos de salud. Estos ajustes continuos son fundamentales para lograr y mantener un peso corporal saludable en el futuro.
Recomendaciones para bajar de peso
1. Asegurarse de estar listo
Lograr una pérdida de peso duradera implica dedicación y perseverancia, además de un compromiso a largo plazo. Aunque es natural tener prisa por perder peso, es esencial estar completamente listo para hacer transformaciones perdurables en tus patrones alimenticios y nivel de actividad física. Reflexionar sobre las siguientes preguntas te ayudará a evaluar el nivel de preparación:
- ¿Estoy motivado para bajar de peso?
- ¿Estoy demasiado distraído por otras presiones?
- ¿Utilizo la comida como medio para hacer frente al estrés?
- ¿Estoy listo para aprender o utilizar otras estrategias para hacer frente al estrés?
- ¿Necesito otro tipo de apoyo, ya sea de amigos o profesionales, para manejar el estrés?
- ¿Estoy dispuesto a cambiar mis hábitos de alimentación?
- ¿Estoy dispuesto a cambiar mis hábitos de actividad?
- ¿Tengo el tiempo necesario para hacer estos cambios?
Si alguien encuentra dificultades para lidiar con el estrés o las emociones que parecen obstaculizar su preparación, es aconsejable que se comunique con su médico. Al hacerlo, será más sencillo establecer metas, mantener el compromiso y modificar los hábitos de manera efectiva cuando esté verdaderamente preparado para hacerlo.
2. Encontrar la motivación interior
Es necesario realizar ajustes en la dieta y la actividad física para lograr resultados. Para encontrar el impulso necesario para seguir un plan de pérdida de peso, es esencial identificar lo que realmente importa para ellos. Ya sea para disfrutar de unas próximas vacaciones o para mejorar su salud en general, hacer una lista de estas metas puede mantenerlos motivados y enfocados.
Una estrategia efectiva es encontrar formas de recurrir a estas motivaciones durante los momentos de tentación. Por ejemplo, pueden colocar notas inspiradoras en la despensa o el refrigerador para recordarles por qué están haciendo estos cambios en su estilo de vida.
Aunque la responsabilidad del comportamiento recae en ellos mismos, contar con el apoyo adecuado puede marcar la diferencia. Es ideal encontrar personas que estén dispuestas a escuchar, hacer ejercicio juntos, planificar comidas saludables y que compartan el deseo de llevar un estilo de vida más saludable. Este grupo de apoyo no solo proporcionará aliento, sino también responsabilidad, lo que puede ser una poderosa motivación para alcanzar sus objetivos de pérdida de peso.
3. Fijar metas realistas
Al establecer metas realistas para la pérdida de peso, la claridad sobre lo que es alcanzable es esencial. A largo plazo, es prudente aspirar a perder entre 1 y 2 libras (aproximadamente 0,5 a 1 kilogramo) por semana. Lograr esta pérdida semanal generalmente implica quemar de 500 a 1000 calorías más de las que se consumen diariamente, combinando una dieta baja en calorías con ejercicio físico regular.
Al iniciar, un objetivo realista podría ser perder el 5 % de su peso corporal actual. Por ejemplo, si alguien pesa 180 libras (aproximadamente 82 kilogramos), esto equivaldría a 9 libras (cerca de 4 kilogramos). Incluso esta cantidad de pérdida de peso puede reducir significativamente el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como enfermedades cardíacas y diabetes tipo 2.
Cuando se establecen objetivos, es útil considerar tanto los objetivos de proceso como los de resultado. Un objetivo de proceso se centra en acciones específicas, como “caminar todos los días durante 30 minutos”, mientras que un objetivo de resultado se enfoca en un resultado específico, como “perder 10 libras (alrededor de 4,500 kilogramos)”. Aunque no es imprescindible tener un objetivo de resultado, los objetivos de proceso son esenciales, ya que cambiar los hábitos es la piedra angular para perder peso de manera efectiva.
4. Actividad física para mantenerse activo
Incorporar ejercicio regular a la rutina diaria puede acelerar el proceso de pérdida de peso en combinación con una dieta baja en calorías. El ejercicio desempeña un papel crucial al ayudar a quemar las calorías adicionales que no se eliminan únicamente con la dieta. Además de ser beneficioso para la pérdida de peso, la actividad física ofrece una variedad de ventajas para la salud, incluyendo mejoras en el estado de ánimo, fortalecimiento del sistema cardiovascular y reducción de la presión arterial.
También se ha demostrado que aquellos que hacen ejercicio de forma regular son más propensos a mantener el peso perdido a largo plazo. La cantidad de calorías quemadas depende de la frecuencia, duración e intensidad de las actividades realizadas. Para reducir la grasa corporal de manera efectiva, se recomienda realizar ejercicios aeróbicos continuados, como caminar a paso rápido, durante al menos 30 minutos en la mayoría de los días de la semana. Cabe mencionar que algunas personas pueden necesitar una cantidad mayor de actividad física para perder y mantener el peso.
Cualquier movimiento adicional puede contribuir significativamente a quemar calorías. Es útil encontrar formas de aumentar la actividad física en la vida cotidiana, como subir escaleras en lugar de usar el ascensor o estacionarse lejos al ir de compras. Estas pequeñas modificaciones pueden marcar una gran diferencia en el balance calórico y, en última instancia, en el proceso de pérdida y mantenimiento de peso.