Los glóbulos blancos hacen parte de la compleja red que compone al sistema inmune, inmunitario o inmunológico. El sistema inmune es fundamental para evitar que algunos microorganismos, bacterias o patógenos se conviertan en algún tipo de enfermedad dentro del organismo
La Biblioteca de salud y medicina de los Estados Unidos, MedlinePlus, define al sistema inmunitario como una compleja red compuesta por células, tejidos y órganos que combaten infecciones y enfermedades que quieren atacar al cuerpo.
Las bacterias, los virus y los gérmenes buscan entrar al organismo para que una vez adentro puedan multiplicarse y generar una enfermedad dentro del cuerpo. Una vez que hayan logrado su objetivo, dan origen a lo que se conoce como una infección y es allí donde el sistema inmune activa todos sus funciones para impedir que dichos microorganismos enfermen al cuerpo.
El portal especializado en temas de salud y medicina Salus aclara que el sistema inmune responde de dos maneras:
- De manera innata e inmediata: el sistema inmune se encarga de desplazar los glóbulos blancos hasta el lugar en donde se han localizado los microorganismos que están afectando la salud del cuerpo, por medio de esto se busca combatir la infección producida por los patógenos. A este proceso se le conoce como inflamación.
- Por medio de una respuesta adaptativa: el cuerpo adquiere una función para enfrentar de manera específica a determinados microorganismos y recuerda que ya en anteriores ocasiones los ha combatido y a su vez los ha destruido. Este es el mecanismo que se da en un paciente vacunad contra alguna enfermedad en específico.
La importancia de los glóbulos blancos
Los glóbulos blancos o leucocitos son uno de los elementos más importantes que conforman al sistema inmune. A los glóbulos blancos se les conoce en el ámbito médico como las células defensoras del cuerpo.
Están presentes en la sangre y se producen en la médula ósea y son almacenados en diferentes partes dentro del organismo, “principalmente en los nódulos linfáticos. Además, permanecen a la espera hasta que se detecta un agente patógeno. Entonces, se desplazan hasta el lugar en el que la amenaza se encuentra y luchan contra ella hasta destruirla”.
Los leucocitos tienen un periodo de vida muy corto que no supera los dos días, por esta razón el cuerpo produce glóbulos blancos de manera frecuente y constante. Cuando un paciente tiene sus niveles de glóbulos blancos bajos, se le puede ayudar al cuerpo a generarlos por medio de la ingesta de determinados alimentos que serán mencionados a continuación.
- Champiñones: estos hongos contienen selenio y son ricos en vitaminas del tipo B, ambos benefician la función del sistema inmune.
- Críticos: el limón, la naranja o los arándanos contienen vitamina C, lo que hace que estimulen la producción de glóbulos blancos.
- Carne blanca: contienen vitamina B6, que es crucial para la producción de glóbulos y reforzar las defensas del sistema inmunológico.
- Pescados grasos: el salmón o el atún son ricos en ácidos grasos omega-3, este tipo de grasa poliinsaturada cuenta con un fuerte poder antioxidante ideal para la producción de glóbulos blancos.
Otros consejos para reforzar el sistema inmune
- Un paciente adulto debe dormir durante la noche y de manera continua de siete a ocho horas.
- Ingerir la suficiente cantidad de agua, los profesionales mencionan que un paciente adulto debe consumir de seis a ocho vasos de agua al día, lo que equivale a dos litros; sin embargo, hay profesionales de la salud que mencionan que la cantidad varía según la edad y el peso del paciente. Ante ello es mejor consultar.
- Realizar actividad física o practicar algún deporte de manera regular.
- Llevar una alimentación sana y equilibrada.