La Organización Mundial de la Salud (OMS) menciona que la demencia es “el resultado de diversas enfermedades y lesiones que afectan el cerebro”, siendo el Alzheimer “la forma más común” que registra entre un 60 % y un 70 % de casos.

De acuerdo con la Clínica Mayo, el Alzheimer es un trastorno que empeora con el tiempo, ya que altera el cerebro, produciendo algunos cambios que resultan con la muerte de las neuronas.

El síntoma más común en este tipo de afección neurodegenerativa es la pérdida de la memoria que se puede ejemplarizar con el olvido de eventos e incluso conversaciones. No obstante, es importante mencionar que esta enfermedad no tiene cura, sin embargo, sus tratamientos pueden mejorar la calidad de vida de una persona.

Otro ejemplo de Alzheimer, es el impacto negativo que tiene hacia la memoria. Esto significa que una persona podría desubicarse en un lugar que conoce muy bien como su hogar; y olvidar el nombre de objetos. Además de tener la dificultad de tomar decisiones: “La persona puede tomar malas decisiones en ámbitos sociales o usar ropa que no es adecuada para las condiciones climáticas”, añade.

Incluso su ánimo se puede ver afectado, por lo que los cambios de humor se relacionan con la enfermedad, considerando que se puede presentar una posible depresión.

La depresión es un trastorno. | Foto: Getty Images / Marjan_Apostolovic

Lo que se puede hacer para retrasar el Alzheimer

Según la Clínica Mayo, la mejor manera de retardar su progreso es con medicamentos; sin embargo, es una enfermedad que avanza y provoca la pérdida de la función general del cerebro.

Asimismo, se debe considerar que esta enfermedad no se puede prevenir, pero un estilo de vida saludable es ideal para reducir el riesgo de su aparición, incluso del desarrollo de afecciones cardiovasculares, por lo cual la realización de ejercicio regular y la alimentación con frutas y verduras que colaboren con controlar los niveles de presión arterial y colesterol son ideales.

La dieta mediterránea y sus beneficios. | Foto: Getty Images

El experto Graff-Radford de la Clínica Mayo menciona que dietas como la mediterránea están relacionadas con un menor riesgo de Alzheimer gracias a las propiedades de los alimentos que la componen, como el omega-3 qué es una grasa que favorece las funciones del cerebro y el corazón.

“Necesitamos estas grasas para fortalecer las neuronas y para otras funciones importantes. Estos ácidos ayudan a mantener el corazón sano y protegido contra un accidente cerebrovascular”, indica la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos a través de su servicio en línea.

Otra manera para retrasar el desarrollo de Alzheimer es participar en diferentes actividades que requieran de una interacción social como bailar o jugar, incluyendo también eventos sociales con el fin fortalecer el pensamiento y la memoria, explica el centro médico.

Por tanto, y de acuerdo con Mejor con Salud, la lectura habitual ayuda a mejorar la concentración, porque se enfoca en la comprensión de textos que requieren atención, lo que mejoraría la memoria y las funciones del cerebro y posiblemente reduciría las probabilidades de Alzheimer.

La memoria es fundamental a lo largo de la vida para el ser humano. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Además, tener un hábito de lectura puede ayudar a aumentar el vocabulario y conocer otras culturas, contribuyendo a las buenas relaciones sociales y a una comunicación asertiva.

De igual manera, la Clínica también precisa que la lectura puede ser un relajante para quienes sufren de insomnio, puesto que dormir es una actividad importante para la renovación del cerebro y la recuperación del cuerpo.

Finalmente, los hábitos saludables no solo van a mejorar la calidad de vida de una persona o reducir el riesgo de Alzheimer, sino incluso posibles otras enfermedades subyacentes como las cardiovasculares, por lo cual es importante modificar el estilo de vida.