A las vitaminas se les reconoce por ser un grupo de sustancias que son necesarias para el funcionamiento celular y para el crecimiento. En total son 13 que se consideran como esenciales, es decir, que el cuerpo las requiere para su adecuado funcionamiento.
Una de las que hacen parte de este grupo es la A, la cual ayuda en la formación y al mantenimiento de dientes, tejidos blandos y óseos, membranas mucosas y piel sanos. Se conoce también como retinol, ya que produce los pigmentos en la retina del ojo y por ello es clave para el cuidado de estos órganos.
Esta vitamina favorece la buena visión, especialmente ante la luz tenue. También juega un papel clave para tener un embarazo y una lactancia saludables.
La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos indica que este nutriente se encuentra en los alimentos de dos maneras: retinol, que se halla en los hígados de animales, la leche entera y algunos alimentos fortificados, y carotenoides provitamina A, que son los pigmentos de las plantas (tintes) y cuando el organismo los digiere convierte estos compuestos en vitamina A.
La vitamina A se encuentra tanto en alimentos de origen vegetal como animal. Los alimentos con los niveles más altos de este nutriente incluyen:
- Hígado de res y otras vísceras (estos tienen alto contenido de grasa y colesterol, así que limite la cantidad que consume).
- Algunos tipos de pescado como arenque, salmón y aceite de hígado de bacalao.
- Huevos.
- Productos lácteos como queso y leche fortificada (escoja opciones lácteas sin grasa o bajas en grasa).
- Cereales para el desayuno fortificados.
- Frutas y verduras de color naranja y amarillo, como zanahorias, patatas dulces, mangos y melón.
- Brócoli, espinaca y la mayoría de los vegetales de hoja verde oscuro.
¿Qué sucede si no se consume suficiente vitamina A?
Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos indican que el signo más común de carencia de vitamina A es un trastorno de los ojos conocido como xeroftalmia, que se caracteriza por la incapacidad de ver con poca luz y, si no se trata, puede ocasionar ceguera.
De otro lado, una deficiencia de este nutriente que se prolonga por mucho tiempo puede dar lugar a un mayor riesgo de enfermedades respiratorias (como neumonía) y a infecciones (como sarampión y diarrea). También es posible que cause anemia, que es una afección en la que los glóbulos rojos no suministran suficiente oxígeno al cuerpo. En los casos graves, el consumo insuficiente de vitamina A puede aumentar el riesgo de muerte, precisan los expertos.
Pero si bien la ingesta de esta vitamina es clave para prevenir diversas afecciones en el organismo, también es importante no abusar de su consumo, por ejemplo, en forma de suplementos, pues es posible que esto cause dolores de cabeza agudos, visión borrosa, náusea, mareos, dolores musculares y problemas con la coordinación.
Interacciones
Algunas de las posibles interacciones con algunos medicamentos son las siguientes, de acuerdo con el instituto de investigación Mayo Clinic.
- Anticoagulantes. El uso de suplementos de vitamina A por vía oral junto con estos medicamentos que se usan para prevenir la formación de coágulos sanguíneos podría aumentar el riesgo de sufrir sangrado.
- Bexaroteno (Targretin). Tomar suplementos de este nutriente mientras se usa este medicamento tópico para el cáncer incrementa el riesgo de efectos secundarios del medicamento, como picazón y piel seca.
- Medicamentos hepatotóxicos. Tomar altas dosis de suplementos de vitamina A puede causar daño hepático. Combinar altas dosis de suplementos de la misma con otros fármacos que pueden dañar el hígado podría aumentar el riesgo de padecer una enfermedad hepática.
- Retinoides. No se deben usar suplementos de vitamina A en forma simultánea con estos medicamentos recetados por vía oral. Es posible que esto incremente la probabilidad de tener niveles elevados de la mencionada sustancia en la sangre.