Aunque la sal de mesa se utiliza como conservante y sirve para deshidratar alimentos, enmascarar sabores desagradables, facilitar la retención de agua o, simplemente, para hacer que los alimentos tengan un mejor sabor, los especialistas recomiendan un consumo moderado.
Precisamente, la Organización Mundial de la Salud, OMS, consideró que reducir la sal en los alimentos ayuda a prevenir las enfermedades no transmisibles y se convierte en una de las mejores estrategias para evitar complicaciones en el cuerpo.
Para ese organismo, el exceso de este producto en la dieta puede aumentar la presión arterial, causando aproximadamente el 30 % de hipertensión, representa un posible carcinógeno para el cáncer gástrico y está asociada con la insuficiencia renal y la osteoporosis.
Incluso, advirtió que, de acuerdo con estudios, se ha podido determinar que el consumo de sal suele ser de más de 5/g al día, cantidad máxima recomendada por la OMS, lo que ha generado complicaciones en la salud, especialmente relacionadas con la presión arterial que contribuye en, al menos, el 40% de todas las enfermedades del corazón y accidentes cerebro vasculares. Estas, a su vez, representan el 45% de las enfermedades no transmisibles.
Por su parte, la Organización Panamericana de la Salud, OPS, indicó que la hipertensión es un riesgo de salud importante en las Américas, en donde entre el 20 % y el 35 % de la población adulta ha incrementado su presión arterial.
Un estudio reveló, por ejemplo, que la hipertensión arterial es responsable por sí sola de unos 9,4 millones de muertes al año, en esta región. Igualmente, determinó que aunque la recomendación es consumir 5 gramos de sal o 2,000 miligramos de sodio al día, en los países del área llega a triplicarse esta cifra.
La OPS señaló, además, que se calcula que los costos directos e indirectos de la presión arterial aumentada consumen del 5 % al 15 % del PBI en los países de ingresos altos, y del 2,5 % al 8 % en América Latina y el Caribe.
“Aproximadamente el 30 % de las personas con hipertensión tendrían una presión arterial normal y el resto tendría un mejor control de su presión arterial si redujesen la ingesta de sal a un nivel saludable”, indicó el organismo.
Y añadió que “una cantidad excesiva de sal en la dieta causa aproximadamente el 10% de las enfermedades cardiovasculares y se le ha vinculado con el cáncer de estómago, empeoramiento de asma, osteoporosis (huesos debilitados), cálculos renales y obesidad, ya que los alimentos salados causan sed, la que se quita consumiendo bebidas con un alto contenido de azúcar”.
“Si usted reduce su consumo de sal a menos de 5 gramos al día, puede evitar que su presión arterial aumente y esto puede ayudarle a evitar la hipertensión a medida que envejece. Una dieta baja en sal evitaría hasta uno de cada cuatro ataques al corazón o accidentes cerebrovasculares”, enfatizó.
Medidas
Ante esas recomendaciones, las personas que tienen la presión alta o insuficiencia cardíaca deben reducir la cantidad de sal (la cual contiene sodio) que consumen cada día.
Para ello se deben escoger alimentos que le permitan tener una dieta balanceada, especialmente verduras y frutas frescas que son bajas en sodio. En este caso también se pueden incluir carnes, pollo o pavo y pescados frescos.
Es importante tener en cuenta las etiquetas a la hora de comprar algunos productos. Se deben adquirir aquellos que señalen que son bajo en sodio, libre de sodio, sin sal agregada, reducido en sodio o sin sal. En este caso, verificar todas las etiquetas para ver cuánta sal contienen los alimentos por porción.
Se deben evitar aquellos alimentos procesados, tales como carnes curadas o ahumadas, tocino, perros calientes, salchicha, mortadela, jamón y salami.
Así mismo, las anchoas, aceitunas, encurtidos, salsa de soja (soya) y de Worcestershire, jugos de tomate y otros vegetales, la mayoría de los quesos, muchos aderezos y mezclas de aderezos para ensaladas embotellados y la mayoría de los refrigerios, tales como papitas fritas, galletas y otros
Otra de las cosas que deben ser tenidas en cuenta es que a la hora de cocinar, se debe reemplazar la sal por otros aliños, como la pimienta, el ajo, las hierbas y el limón son buenas opciones. Se deben evitar las mezclas de especias empacadas, ya que a menudo contienen sal.