Este 25 de abril, SEMANA conoció en exclusiva que poner en marcha el modelo de salud propuesto en la iniciativa de reforma que se debate le costará al país la suma de 113 billones de pesos durante los próximos diez años.
La cifra se desprende de un derecho de petición que el viceministro técnico del Ministerio de Hacienda, Gonzalo Hernández, le respondió al senador del Partido Liberal, Alejandro Carlos Chacón, donde está expuesto el costo fiscal de la reforma al sistema general de salud año tras año.
Esta revelación tiene bastantes críticas. Una de ellas, la del exministro de Salud, Fernando Ruiz.
“Como si la plata sobrara. $113 billones que pagaremos los colombianos para alimentar las burocracias y apetitos de los políticos en nombre de la salud del pueblo. Pobre legado dejarán los congresistas que aprueben este esperpento de reforma”, escribió a través de Twitter.
El Congreso aprobó la ponencia positiva de la reforma a la salud de Carolina Corcho. Hay polémica por congresistas que se entregaron, ¿a cambio de qué?
Con una votación de 10 votos a favor y 8 en contra, la iniciativa pasó su primera prueba de fuego en la Comisión Séptima de la Cámara. En adelante vendrá la discusión del articulado.
La Comisión Séptima de la Cámara aprobó este martes 25 de abril la ponencia y le dio oxígeno a uno de los proyectos más controvertidos del Gobierno de Gustavo Petro que amagó con naufragar hasta última hora.
En total recibió 10 respaldos y 8 votos en contra de 21 representantes a la Cámara, que adoptaron una jugada bajo la mesa que consistió en no participar en la votación, desbaratar el quórum a última hora y lograr que el Gobierno garantizara sus mayorías.
Fueron tres los representantes a la Cámara que se retiraron.
Uno de ellos, el congresista Camilo Ávila, del partido de La U, uno de los ponentes de la iniciativa que respaldó y firmó la ponencia radicada el 31 de marzo de este año, un día antes de Semana Santa. Ávila no entregó explicaciones, pero desapareció del Capitolio.
Lo mismo ocurrió con los representantes del Partido Conservador Gerardo Yepes y José Quevedo.
El primero es ponente del proyecto y argumentó que tenía que ser coherente con su postura. Su decisión se dio porque el conservatismo, en bancada, decidió este martes oponerse a la reforma de Carolina Corcho, una postura que él no compartió.
“Uno tiene que tener coherencia con lo que piensa, dice y hace, hoy el partido ha manifestado que no apoya la reforma, es una manifestación tomada en bancada. Entonces, presidente, yo he tomado la determinación de no participar de esta votación. Si voto positivo, iré en contra de las determinaciones del partido. Por eso, me retiro de este recinto para ser coherente con mi pensamiento, lo hago de cara al país. Soy respetuoso de las decisiones del Partido Conservador”, dijo.
“Esta es mi posición, asumo los riesgos, pero aquí me interesan los ciudadanos. No puedo olvidar lo que me reclama la gente del sector rural. Lo hago de cara al país con la conciencia tranquila”, añadió.
Minutos después, el representante del Partido Conservador, José Quevedo, también se salió del recinto.
El retiro de tres congresistas de la votación fue analizado por la representante de Cambio Radical, Carolina Arbeláez, como una “jugadita” para ayudarle al Gobierno a obtener las mayorías. De hecho, SEMANA, anticipadamente, contó en qué consistía esa movida bajo la mesa.
La representante de la Alianza Verde, Katherine Miranda, quien hace parte de la coalición de gobierno, dijo que esas movidas le parecen “absolutamente graves” La razón: ”Porque el cambio que se le vendió a la ciudadanía por parte de este Gobierno no incluía hacer transacciones burocráticas”, afirmó.
“Eso no es lo que la ciudadanía espera de nosotros. Les pido que retomemos esos principios que se le vendieron al país. Y le pido, presidente, que esta discusión se haga de manera rigurosa”, añadió durante el debate.