El nombre de Fernando Ruiz se quedó en la retentiva de la opinión pública porque fue el ministro que lideró el manejo de la pandemia de la covid-19 en Colombia. Su trayectoria también lo puso en la lista de opcionados para ocupar el cargo de director de la Organización Panamericana de la Salud. Esas son las causas por las que su análisis sobre la polémica reforma al sector, es trascendental.
En las más recientes declaraciones, con tono certero e insistente, afirmó que la propuesta del gobierno Petro, “es una clara regresión a lo que teníamos hace 30 años, de igual forma, con lo que lo tratan de justificar es una completa falacia. Dicen que el sistema ha sido inequitativo, pero inequidad la que había antes de la ley 100″.
Expresó también que tiene inquietudes de fondo sobre cómo van a lograr la infraestructura y capacidad para implementar el servicio que proponen.
“Es lastimoso que todavía no tengamos un texto y, sobre todo, que el Gobierno diga que no tiene discusión teniendo en cuenta que ni siquiera hay un texto. Lo que es muy preocupante, es que esta reforma significa un cambio total, radical y absoluto frente al sistema que actualmente tenemos, es decir, significa pasar de un sistema A a uno B y cambiar completamente el sistema de salud y que desaparezca lo que se conoce como seguridad social”, agregó en entrevista con Blu Radio.
También expresó que le preocupa lo que pueda suceder con pacientes de más alto riesgo y que viven con enfermedades como el VIH, el cáncer, los pacientes trasplantados, entre otros.
Además, sustentó que le genera grandes dudas la capacidad de respuesta del sistema público del país, pues de llegar a cumplirse lo que proponen con la reforma, serían los responsables directos de la atención y cuidado.
En cuanto a la implementación de la idea que proponen, aseveró que “la transformación de un sistema de salud a otro nos va a llevar por lo menos 20 o 30 años y ese cambio puede significar problemas graves, sobre todo para los más pobres. Al final, si el sistema no funciona, las poblaciones de clase media y las más ricas terminan pagando un seguro privado, por lo que los más perjudicados van a ser las personas que tiene que entrar sí o sí al sistema”.
Reforma a la salud: el nuevo ‘chicharrón’ que puso a pensar al Gobierno, ¿qué pasó?
En el Gobierno Nacional empezaron a surgir preocupaciones de forma: ¿en qué comisión será radicado el proyecto? La lógica indica que esta iniciativa, que sería radicada en los primeros días de febrero, debe arrancar en las comisiones séptimas del Congreso, donde se discuten temas sociales como salud, vivienda y el régimen salarial del servicio público.
Pero en la Casa de Nariño no están muy convencidos de que este sea el camino. Una de las preocupaciones es que en las comisiones séptimas la mayoría de los congresistas son novatos, están apenas en su primer periodo congresional y tendrán que lidiar con la inmensa presión que genera esta iniciativa.
De hecho, 20 de los 21 miembros de la Comisión Séptima de la Cámara son primíparos, al igual que seis de los 14 integrantes de la Comisión Séptima en Senado.
Además, también hay preocupación por la conformación de mayorías, pues en las séptimas la coalición de gobierno no tiene grandes liderazgos ni voces de peso, como sí ocurre con la oposición, que tiene allí, por ejemplo, al representante Andrés Forero, cuyo control político tiene impacto.
Igualmente, no se puede olvidar que fue justamente en la comisión séptima de la Cámara donde se dio una de las mayores fracturas en el Pacto Histórico. Allí, el representante Agmeth Escaf le quitó la presidencia a su compañera de bancada María Fernanda Carrascal.
Ante este panorama, surgió la idea de presentar la reforma como una ley estatutaria, lo que inmediatamente hace que la iniciativa entre por las comisiones primeras, que es donde se discuten los asuntos constitucionales y estatutarios y donde el Gobierno tiene mayor fortaleza, además de contar con figuras de peso, como Roy Barreras y María José Pizarro.
No obstante, según conoció SEMANA, desde el Partido Liberal ya le notificaron que si se decide el camino de radicar la reforma como ley estatutaria, tendrá que esperar a radicarla en marzo, cuando arrancan las sesiones ordinarias del Congreso, y no en febrero, como se tiene pensado, pues las normas estatutarias no se pueden discutir en sesiones extra.