En la sede del ministerio de Salud y Protección Social, en Bogotá, los principales representantes de 29 instituciones de educación superior públicas, hablaron con la jefe de la cartera, Carolina Corcho.

“Los rectores expresaron su apoyo irrestricto al proyecto de reforma estructural a la salud, al tiempo que aprovecharon la ocasión para insistir en el fortalecimiento y adecuación de los programas de formación en atención primaria en salud”, aseguró la entidad a través de un comunicado oficial.

Según lo publicado, en medio de la conversación, Corcho socializó las bases de la reforma estructural del sistema de salud, mientras que “los rectores reiteraron su interés en apoyar la iniciativa a través de programas académicos que respondan a un enfoque de medicina familiar y con mayor capacidad resolutiva”.

También se abordó la necesidad de adaptar la estructura curricular de las carreras de medicina y afines a lo que se presentaría en la reforma ante el congreso.

Ministra de Salud, Carolina Corcho, en reunión con rectores y rectoras de las universidades. | Foto: Ministerio de Salud y Protección Social

Además, se hicieron dos anuncios; por un lado, se dijo que el próximo 10 de febrero la Universidad Nacional de Colombia realizará un primer foro para dar a conocer la iniciativa gubernamental. Por otro lado, la ministra Corcho anunció el inicio de un diplomado con temas como el funcionamiento del sistema, estructura administrativa, servicios que presta, financiación y mecanismos de participación.

“El objetivo general del diplomado será desarrollar un proceso de formación de personas críticas y sensibles, dotadas de un alto sentido de ciudadanía y comprometidas con el proyecto de reforma estructural a la salud”, aseguraron desde el ministerio.

Ministra de Salud, Carolina Corcho, en reunión con rectores y rectoras de las universidades. | Foto: Ministerio de Salud y Protección Social

Reforma a la salud: estas son las contundentes inconformidades de Alejandro Gaviria; se conocieron en un documento filtrado

En un documento de cuatro páginas que SEMANA conoció están descritas las principales objeciones de quien se desempeña como ministro de Educación. Allí, en sus palabras, resume en cinco ítems las principales deferencias.

Y es que aunque desde el comienzo, con franqueza, Gaviria señaló discrepancias con la reforma de su compañera de gabinete, Carolina Corcho, hasta ahora se tiene un pronunciamiento más amplio.

Gaviria, quien fue ministro de salud durante cinco años, comienza señalando que la propuesta del gobierno no tiene un panorama completo y que se culpa, solamente a las EPS, de la situación actual del sistema.

Alejandro Gaviria, ministro de Educación Nacional | Foto: Revista Semana

“Todo esfuerzo reformista debe empezar por un diagnóstico, por un análisis de lo que funciona y no funciona, por una evaluación de las capacidades y las heterogéneas realidades territoriales. Esto no ha ocurrido con la reforma a la salud que ahora se propone”, se lee en el texto.

A línea seguida, afirma que se insinúa que la mayoría de los problemas se originan en la administración privada y pública. “Como si eliminar las EPS fueran una solución a los problemas de insostenibilidad financiera, corrupción y desigualdad territoriales”, sostuvo.

Argumentó que los problemas financieros existen en todos los sistemas de salud. “Los sistemas públicos europeos están al borde de la quiebra. El subsistema colombiano del magisterio (que no tiene EPS) enfrenta también grandes dificultades financieras y tiene, en comparación con el régimen contributivo , tres veces más quejas por 1.000 afiliados. Lo mismo ocurre con el subsistema de las fuerzas armadas”, agregó Gaviria.

En ese sentido, indicó que la experiencia de Colombia “con pagadores únicos ha sido desastrosa. Lo fue con la llamada libre adscripción del Seguro Social en 1996, lo fue con los recobros directos del Fosyga por la atención a la población desplazada en 2001, lo fue durante la década pasada con los pagos de las secretarías de salud por los servicios No pos del Régimen Subsidiado”, detalló.