El Gobierno nacional planea presentar su propuesta de reforma a la salud en el Congreso de la República durante el primer trimestre de este año.
De hecho, recientemente se conoció que el borrador de la misma ya está en las manos del presidente Gustavo Petro y va a ser discutida en el Consejo de ministros del próximo fin de semana antes de aterrizar en el Legislativo.
La ministra de Salud, Carolina Corcho, ha defendido el texto a capa y espada y ha señalado que se trata de la reforma “más discutida de la historia republicana” del país.
“Hemos hecho el máximo esfuerzo, aun sin ser radicada, de discutir lo más ampliamente posibles esta reforma a través de diversas audiencias públicas convocadas por el Congreso de la República”, indicó la ministra Corcho durante una intervención que hizo en medio de una rueda de prensa.
La iniciativa, sin embargo, ha sido duramente criticada por varios sectores de la salud. Uno de los reparos más fuertes que le han hecho en los últimos días tiene que ver con la falta de socialización en la construcción del articulado.
Recientemente, 11 organizaciones que agrupan a EPS y otros actores del sistema de salud actual manifestaron que es necesario que haya más transparencia durante el proceso de construcción de la propuesta y le pidieron al Gobierno nacional que comparta con la opinión pública el contenido de la reforma que está impulsando.
“Es de la mayor importancia que esta reforma, que afecta de manera directa la atención en salud de todos los colombianos y la sostenibilidad del sistema, cuente con los espacios de construcción, deliberación y concertación con la voz de todos los actores, como lo ha prometido el Gobierno para esta y todas las reformas. Esto comienza por conocer el texto de la reforma, previa su discusión por el Legislativo”, indica el comunicado.
Pacientes Colombia, que agrupa a cerca de 195 organizaciones de pacientes en todo el país, advirtió que no se ha socializado debidamente el proyecto de ley que presentará el Gobierno y, por eso mismo, diseñaron una propuesta alternativa que también llevarán al Congreso.
“La exclusión de la mayoría de sociedades científicas, organizaciones sociales no cercanas al gobierno, gremios, y academia en la formulación de reforma es una violación al principio de participación de la ley estatutaria”, ha señalado por su parte Julián Fernández, quien durante el Gobierno pasado fungió como director de Epidemiología del Ministerio de Salud.
Las quejas de las EPS
Las EPS han sido, tal vez, los actores que más tensiones han tenido con el Gobierno del presidente Gustavo Petro. Por ejemplo, han tenido varios desencuentros por el tema del manejo de los presupuestos.
Hace un par de días SEMANA conversó con algunos de ellos, que manifestaron desesperación por el manejo que el Ministerio de Salud le ha dado al sector y los planes que tiene para los próximos meses.
Una de las críticas que han salido a colación es la posibilidad de que se esté causando una crisis dentro del sistema que acabe por afectar la posibilidad de prestar servicios de salud. De hecho, las EPS se han quejado de que el Estado no les ha consignado dineros que les deben desde el 2020.
“No hemos podido pagarles a hospitales, clínicas ni a los proveedores de medicamentos. Y va a llegar un día en que simplemente ellos decidan no atender más a nuestros pacientes. El gran causante de esa crisis es el Gobierno”, señaló uno de los directivos.
Pero también ha habido algunos reparos dentro del mismo Gobierno. De hecho, recientemente se supo que el ministro de Educación, Alejandro Gaviria, ha manifestado su incomodidad con el proyecto de reforma a la salud.
Incluso lanzó una pulla sobre la construcción de las propuestas al interior del Ejecutivo. “El verdadero cambio ocurre cuando hay acuerdos, cuando las sociedades se ponen de acuerdo. Las reformas necesitan diálogo, discusión, debate, escrutinio. Solo así se construye legitimidad y se evitan grandes errores”, señaló a través de su cuenta de Twitter.