Debido a que plantea cambios drásticos en el sistema de salud, la reforma que radicó el Gobierno nacional este 13 de febrero en el Congreso le dedica varios artículos al proceso de transición que habrá entre el modelo de salud actual y el que busca entrar a funcionar una vez el proyecto de ley sea aprobado.
Las protagonistas de este aparte del texto son las entidades promotoras de salud (EPS), pues son uno de los actores articuladores del modelo de salud actual.
Uno de los datos claves es que los pacientes nunca se quedarán sin cobertura por parte del sistema de salud. Si bien se establece que los afiliados de las EPS pasarán a ser cobijados por los Centros de Atención Primaria Integral Resolutiva en Salud (Capirs), no se quedarán sin afiliación.
“En ningún caso, durante el periodo de transición se podrá dejar desprotegido del goce efectivo del derecho a la salud a cualquier persona en Colombia”, señala el articulado.
Así mismo, la normativa contempla una protección especial para los pacientes que se encuentran en “estado crítico”, que podría incluir a quienes padecen enfermedades terminales o tienen condiciones crónicas que les obligan a recibir tratamientos frecuentes que no pueden ser interrumpidos.
De acuerdo con la propuesta, estas personas “seguirán atendidos por los prestadores de servicios de salud y los contratos con estos, serán automáticamente subrogados por quien asuma la gestión del riesgo, según las reglas que se establecen en la transición, a efectos de garantizar la continuidad de tales tratamientos por el tiempo que exija la continuidad del servicio y mientras se hace su tránsito ordenado al nuevo Sistema de Salud sin que ello conlleve riesgo alguno”.
Así mismo, la reforma plantea que el suministro de los medicamentos necesarios para el tratamiento de estos pacientes que son de alto riesgo tampoco será suspendido.
Más adelante se establece que las EPS tendrán que cumplir con ciertas condiciones para facilitar la transición después de que el proyecto se convierta en ley.
Uno de los aspectos que más llama la atención es el hecho de que se plantea que las familias no podrán tener más de una EPS. “Para cada hogar, todos sus miembros deberán estar afiliados en una misma Entidad Promotora de Salud”, sostiene el articulado.
Esto se debe a que estas medidas podrían hacer que el proceso de pasar de la EPS a la inscripción de los Capirs, que tendrán alrededor de 20.000 personas afiliadas, sea mucho más ágil.
El papel central de la Nueva EPS
En este proceso de transición una de las protagonistas será la Nueva EPS, que es la entidad con más afiliados del país en el modelo de aseguramiento actual. Según los datos más recientes del Ministerio de Salud, con corte a enero pasado, la Nueva EPS cuenta con más de 10 millones de personas afiliadas.
Esta entidad tendrá que entrar a respaldar algunos vacíos que podrían presentarse durante el proceso de transformación del sector salud. Por ejemplo, será la encargada de responderles a los pacientes en algunas regiones donde no haya presencia de otras EPS.
“En los territorios donde no queden Entidades Promotoras de Salud, la Nueva EPS asumirá preferentemente el aseguramiento o, en su defecto, lo harán aquellas Entidades Promotoras de Salud con capacidad de asumir la operación en esos territorios”, indica el texto de la reforma.
Así mismo, el proyecto de ley incluyó algunos anexos técnicos en los cuales estableció escenarios hipotéticos en los cuales se plantea el envío de millones de usuarios que hoy se encuentran en EPS de riesgo financiero alto y medio hacia la Nueva EPS.
En total, son 10 EPS: SOS, Famisanar, Comfaoriente, Comfachocó, Capresoca, Capital Salud, Savia Salud, Asmet Salud, Emssanar, Ecoopsos. Entre todas suman cerca de 11,4 millones de afiliados en todo el territorio nacional.