Esta semana se espera que se lleve a cabo el primer debate del proyecto de ley de reforma a la salud. Ante este panorama, la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral (Acemi) emitió un comunicado en el cual manifestó varias preocupaciones de carácter económico sobre la iniciativa.
Entre otras cosas, dejaron ver su inquietud sobre la posibilidad de que la plata del sistema no alcance para garantizar la atención en salud de todos los pacientes.
“La constitución de un fondo limitado de recursos implica que los afiliados que accedan primero dejen sin atención a aquellos que llegan después”, indicó Acemi en su comunicado.
Esa asociación gremial agregó que esta situación podría afectar con mayor rigor a los pacientes que se están enfrentando a enfermedades que requieren de atenciones, procedimientos y medicamentos considerados de alto costo.
Asimismo, en el documento Acemi explicó que la ponencia para primer debate de la reforma a la salud hace varios ajustes a la distribución de los recursos del sistema.
Entre otras cosas, la asociación gremial sostuvo que la ponencia reduce cerca de 11 billones de pesos anuales que estaban destinados a servicios de salud. No obstante, usa cerca del 87 % de la plata del Sistema General de Participaciones (SGP) para la atención primaria. En esa medida, redistribuyen los recursos que “hoy financian niveles superiores de complejidad”.
Asimismo, Acemi advirtió que la reforma a la salud no es viable ni en tiempos, ni en recursos. “Preocupan los cerca de 100 mil empleos que se pueden perder, y la continuidad y financiación de las atenciones a los 8 millones de colombianos con enfermedades crónicas y de alto costo”, sostuvo Acemi.
Además, hizo énfasis en que la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (Adres) no cuenta con la capacidad suficiente para asumir las funciones que le otorgan en el proyecto de ley, que busca que sea el pagador único dentro del nuevo modelo de atención.
Dicen que las EPS sí desaparecerán
Uno de los planteamientos más controvertidos que ha hecho el Gobierno nacional tiene que ver con las EPS y la posibilidad de que desaparezcan. En el primer texto de la reforma a la salud, que fue radicado el pasado 13 de febrero, se planteaba que las EPS desaparecerían de forma gradual y los afiliados harían una transición hacia los centros de atención primaria en salud (Caps).
Con los reparos que mostraron los partidos políticos y distintos sectores sociales, el Gobierno hizo algunos ajustes. En el texto de la ponencia para primer debate, que se radicó el pasado 31 de marzo, se planteó una alternativa: que las EPS pasen a convertirse en Entidades Gestoras de Salud y Vida durante los siguientes dos años.
Si bien seguirían manejando la gestión del riesgo en salud y la articulación de prestadores, ya no tendrían a su cargo los recursos que hoy manejan para contratar a clínicas y hospitales.
No obstante, las EPS han señalado que la idea de que desaparezcan tal y como están hoy se sigue manteniendo. E incluso, han advertido que sus afiliados sí pasarían a manos de los Caps, justo como lo planteaba la primera versión de la reforma a la salud.
“La figura de Gestoras de Salud y Vida no soluciona un problema estructural: no hay un agente con las capacidades de hacer una gestión integral del riesgo en salud y del riesgo financiero, con lo que los resultados en salud del país en el mediano plazo, la sostenibilidad del sistema y los avances en equidad (incluido el bajo gasto de bolsillo) están seriamente comprometidos y habría un riesgo fiscal para la Nación”, explicó Acemi.