La cápsula de suicidio asistido Sarco podría utilizarse por primera vez a finales de este año en Suiza, según anunció la organización promotora The Last Resort (El último recurso).

El suicidio asistido es legal en Suiza, en condiciones precisas, pero el país europeo se ha visto sacudido por una polémica en torno a un invento que permite a las personas poner fin a su propia vida.

Este dispositivo de aspecto futurista, llamado Sarco, por sarcófago, está diseñado para que las personas puedan quitarse la vida pulsando un botón que libera nitrógeno en el interior de la cápsula.

El director de The Last Resort, Florian Willet, declaró que Sarco ofrecerá “un espacio seguro donde morir pacíficamente” y añadió que esperaba utilizarla él mismo al final de su vida.

“No puedo imaginar una forma más hermosa de respirar aire sin oxígeno hasta caer en un sueño eterno”, declaró Willet a la prensa.

La persona que desea morir debe pasar primero una evaluación psiquiátrica. Una vez la petición es aprobada, la persona entra en la cápsula, cierra la tapa y tras responder a una serie de preguntas pulsa el botón que provocará su muerte, detalló Nitschke.

Por ahora no se ha decidido la hora, fecha o lugar del primer suicidio, ni quién podría ser el primer usuario. No obstante, a la pregunta de si podría ocurrir ser este año, la abogada Fiona Stewart, que forma parte del consejo asesor de The Last Resort, respondió: “Yo diría que sí”.

Stewart señaló que el único costo para el usuario sería de 18 francos suizos (20 dólares) por el nitrógeno.

Según indicó el director de la compañía, la persona que desea morir debe pasar primero una evaluación psiquiátrica. Imagen de referencia. | Foto: El País

Pero el uso potencial de la cápsula ha planteado una serie de cuestiones legales y éticas en Suiza, reavivando el debate sobre la muerte asistida.

Vale destacar que, en Suiza, el suicidio asistido es legal desde 1942 mediante la ingesta de un fármaco letal. Sin embargo, el diseño de la cápsula Sarco ha traído una nueva opción para las personas que pretenden quitarse la vida.

Nitschke declaró al medio británico The Daily Mail que Suiza está preparada para adoptar este método. El médico australiano también afirmó haber consultado con abogados suizos para garantizar el cumplimiento de los requisitos legales antes de su implementación.

Las cápsulas, denominadas Sarco como abreviatura de “sarcophagus” (sarcófago), son dispositivos portátiles creados mediante impresión 3D. Producidas por Exit International, una organización sin fines de lucro liderada por Nitschke, estas cápsulas tienen un costo de entre 4.000 y 8.000 dólares.

Respecto a su funcionamiento, el especialista detalló al medio británico que el usuario se posiciona dentro de la máquina, responde verbalmente a tres preguntas específicas y, si las respuestas son afirmativas, el software activa la liberación de nitrógeno. Este método busca proporcionar una muerte rápida al reducir los niveles de oxígeno en un lapso de 30 segundos.

Nitschke argumentó que su dispositivo ofrece una alternativa mejorada al método tradicional de ingerir un fármaco, que presenta limitaciones como la capacidad de tragar la pastilla y la posibilidad de vómito. Asegura que Sarco brinda la opción de una muerte “pacífica”, independientemente del estado de salud de la persona.

Si bien la compañía anticipó que Sarco podría utilizarse por primera vez antes de que finalice el 2024, aún no hay una fecha exacta para dicho evento. No obstante, el anuncio reactivó la polémica frente al trasfondo ético y legal del suicidio asistido mediante esta controvertida máquina.

*Con información de AFP