Mientras hace fila en una abarrotada sede de Sura para reclamar varios de los insumos que su madre necesita como parte de sus cuidados paliativos en casa —como pañales, gasas, jeringas y guantes desechables—, Gino de Jesús Roa Escalante intenta explicar la reacción de su familia frente a la millonaria e histórica sanción que la Superintendencia de Salud le impuso a esa entidad prestadora de salud por un valor de 5.800 millones de pesos, debido a la reiterada desatención de su mamá.

Aunque se trata de la sanción más alta que se le ha impuesto a una EPS, el hijo de la señora Herlinda Escalante, quien padece demencia vascular desde hace cinco años, no lo siente como una victoria. “Todo esto nos dejó un mal sabor de boca como familia, porque no es posible que un derecho como el de la salud se deba reclamar de esa manera, con tutelas y vías legales, eso es un desgaste. Aún desconozco qué viene de ahora en adelante después de la sanción”, le dice a SEMANA al otro lado de la línea, desde Barraquilla, en el Atlántico, donde vive y cuida a su madre, una mujer de 75 años.

Ingeniero mecánico de profesión y actualmente entregado por completo al cuidado de su mamá, “24 horas los siete días de la semana”, Gino de Jesús explica que la mayor molestia generada por parte de Sura hacia doña Herlinda es que no trataron su caso con la gravedad que implica.

Hermilda Escalante, durante el Día de la Madre de 2022, antes de que la enfermedad la postrara en una cama. | Foto: Cortesía: Gino de Jesús Roa

“Ella tiene demencia vascular, que es el segundo tipo de demencia más común después del Alzhéimer. Y es una enfermedad que supone un deterioro cognitivo con el paso del tiempo, son pacientes que van perdiendo la motricidad, la vista, el oído, casi todos los cinco sentidos. Es una enfermedad crónica e irreversible. Y todo eso la convierte es una enfermedad paliativa. Pero, no, la EPS la trataba como una enfermedad normal, como si fuera una gripa”, se lamenta Gino de Jesús.

Agrega que, desde que se agravó la condición de salud de su mamá, hace cerca de un año, su madre “vive en la cama. Algunas veces me reconoce, otras veces no. Hay que darle el alimento mediante una sonda y orina a través de otra. Y además por permanecer tanto tiempo en cama, se le han debilitado los músculos y hay que estarla volteando para que no le salgan escamas y para que los músculos no se resientan. Pero, a veces llora del dolor que le producen esos movimientos”, relata su hijo con tristeza.

Y aunque aclara que Sura le brindó a la paciente “atención en algunos aspectos la cobertura, hubo vacíos, y muy graves en varias ocasiones. La más reciente ocurrió cuando una escara de su cuerpo se le ‘sobreinfectó' debido a una desatención de varios días y eso derivó en que mi mamá estuviera hospitalizada cerca de un mes”.

Según el relato, “los de Sura habían detectado que ella tenía la creatinina en cuatro, que es un nivel bastante alto, pero en ese fin de semana no se comunicaron conmigo, sino hasta el lunes siguiente, cuando me dicen que debo llevar a la clínica de urgencias. Estando allá descubren que la creatinina ya la tenía en siete. Es decir, pudo haber perdido un riñón y complicarse aún más la salud de mi mamá. Eso es como jugar con la vida de los pacientes”.

Hermilda Escalante y su hijo Gino de Jesús Roa, quien se dedica a cuidarla de lunes a domingo, las 24 horas. | Foto: Cortesía: Gino de Jesús Roa

Cuenta que doña Hermilda, producto de esa prolongada hospitalización, “quedó ‘psicociada’; cuando te le vas a acercar se estremece y recoge los brazos como si le fueran a pegar. Eso la afectó también emocionalmente”.

Una afectación que, dice, también la han sentido todos en la familia Roa. “Esto ha sido desgastante y ha tenido un impacto profundo de la familia, vemos que desde el principio nos hemos sentido desprotegidos, porque los encargados de proteger a mi mamá y de darnos la tranquilidad de que si le pasa algo, van a responder, no estaban. Nos sentimos solos y eso nos genera angustia”.

Cuenta Gino de Jesús que doña Hermilda Escalante comenzó a ser atendida por Sura desde un hace año y tres meses. Antes estaba en la Nueva EPS y el traslado obedeció a que ella necesitaba de un neurólogo y a ese especialista era más fácil acceder por Sura, “pero lejos estaba de imaginar todo eñl sufrimiento que hemos vivido”.

Según su relato, antes de que la demencia vascular llegara a su vida, Hermilda “era un ama de casa entregada a su familia, madre de cuatro hijos. Me tocó quitarla de la cocina, donde ella era feliz cocinando para los suyos, era una mujer vital, dedicada a sus hijos, y muy sociable con sus vecinos del barrio Paraíso”.

Lejos de lo que muchos puedan pensar, Gino y su familia no recibieron ningún tipo de asesoría legal para “pelear” por los derechos de su mamá ante Sura. “Mi ‘abogado’ fue Google. Lo que he hecho hasta ahora fue metiendo derechos de petición. Eso lo aprendí en internet, vi varios ejemplos y entendí el mecanismo. En esos documentos plasmé todo lo que pasaba, pero sin que nadie me asesorara, estudié las leyes que amparaban a los usuarios de las EPS y sobre todo a los pacientes de cuidados paliativos y citando esas leyes era que escribía los documentos”, narra este mecánico, que por cuenta de estar entregado a los cuidados de su mamá no ha podido volver a trabajar.

La inédita multa a EPS Sura

En una decisión considerada histórica, la Superintendencia de Salud sancionó esta semana por un valor de 5.800 millones de pesos a EPS Sura, la más alta de su tipo contra una entidad prestadora de salud.

Según la entidad, se debió al incumplimiento de una tutela que interpuso en su contra una paciente en condición de discapacidad de 75 años.

El caso que derivó en esta multimillonaria multa se remonta a noviembre de 2022, cuando la señora denunció en Barranquilla demoras en su atención y limitantes a la hora de ser valorada por un médico tratante, además de restricciones para acceder a servicios domiciliarios, como el cuidado de enfermería y el suministro de una cama hospitalaria.

En ese contexto, interpuso una tutela, que fue fallada a su favor y que, a juicio de la SuperSalud, la EPS incumplió. Incluso, según se informó, el expediente también pasó al Tribunal de Ética Médica del Atlántico y a la Fiscalía.

Sura EPS considera la medida como “desproporcionada”.