De acuerdo con información de los Institutos Nacionales de Medicina de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés), el hierro es un mineral necesario para el crecimiento y desarrollo del cuerpo.

“El cuerpo utiliza el hierro para fabricar la hemoglobina, una proteína de los glóbulos rojos que transporta el oxígeno de los pulmones a distintas partes del cuerpo, además de la mioglobina, una proteína que suministra oxígeno a los músculos. El cuerpo también necesita hierro para fabricar las hormonas y el tejido conectivo”, expone el NIH en su sitio web.

Respecto a la cantidad de hierro que necesita una persona, esta varía en función de la edad y el sexo. También depende en gran medida de los hábitos alimenticios, por ejemplo, en personas vegetarianas.

“Los vegetarianos que no consumen carne, aves ni mariscos necesitan casi el doble de las cantidades de hierro sugeridas, porque el cuerpo absorbe mejor el hierro ‘hemo’ de origen animal que el hierro ‘no hemo’ de los vegetales y alimentos fortificados con hierro”, precisa el NIH.

La carencia de hierro en el organismo puede dar paso al desarrollo de una afección conocida como anemia ferropénica. Según reseña la enciclopedia médica MedlinePlus, esta afección ocurre cuando el cuerpo no tiene suficiente cantidad hierro. De hecho, se trata del tipo más común de anemia.

El Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI, por sus siglas en inglés) explica que las personas con anemia por deficiencia de hierro leve o moderada pueden no presentar ningún síntoma. No obstante, existen varias señales de alarma que podrían indicar que algo no anda bien.

Una de las causas más frecuentes de la anemia es la falta de hierro en el organismo. Foto: Getty Images. | Foto: Foto: Getty Images.

La anemia por deficiencia de hierro más grave puede causar síntomas comunes de la anemia como cansancio, dificultad para respirar o dolor en el pecho. Otros síntomas incluyen fatiga, piel pálida, mareos o aturdimiento, manos y pies fríos.

Por su parte, MedlinePlus resume que la anemia por deficiencia de hierro se presenta cuando las reservas corporales de este mineral bajan. Dicho escenario puede ocurrir debido a las siguientes circunstancias:

  • La persona pierde más glóbulos sanguíneos y hierro de lo que el su cuerpo puede reponer.
  • El cuerpo no hace un buen trabajo absorbiendo hierro.
  • El cuerpo puede absorber el hierro, pero la persona no está consumiendo suficientes alimentos que contengan este elemento.
  • El cuerpo necesita más hierro de lo normal (por ejemplo, en mujeres embarazadas o que están amamantando).
El cansancio es uno de los síntomas asociados a la carencia de hierro en el organismo. | Foto: PeopleImages/ Getty Images

La deficiencia de hierro también puede ser causada por ciertas afecciones. Estos son los ejemplos más comunes:

  • Enfermedad renal: las personas que tienen enfermedad renal no producen suficiente cantidad de una sustancia llamada eritropoyetina. “El cuerpo necesita eritropoyetina para producir glóbulos rojos”, señala el NHLBI.
  • Afecciones de larga duración que generan inflamación: dentro de este paquete están incluidas la insuficiencia cardíaca congestiva y la obesidad. Estas condiciones pueden dificultar que el cuerpo regule y use el hierro.
Los exámenes de sangre permiten obtener una medición exacta de los niveles de hierro en el organismo. | Foto: Getty Images

¿Cómo prevenir la anemia por carencia de hierro?

El NHLBI sostiene que la anemia por deficiencia de hierro puede prevenirse si la persona es capaz de tratar las causas de la pérdida de sangre o problemas con la absorción de hierro que pueden provocar la afección. Por ello, es de vital importancia contar con el acompañamiento de un profesional de la salud.

Otra recomendación tiene que ver con mantener los niveles de hierro dentro de los parámetros adecuados. Para lograrlo es clave llevar una dieta saludable que incluya buenas fuentes de hierro y vitamina C.

Alimentación sugerida para mantener niveles saludables de hierro, según el NHLBI:

  • Buenas fuentes de hierro: frijoles secos, frutas secas, huevos, carne roja magra, salmón, panes y cereales fortificados con hierro, guisantes, tofu y vegetales de hoja verde oscuro.
  • Alimentos ricos en vitamina C: naranjas, fresas y tomates ayudan al cuerpo a absorber el hierro.