Hace pocos días se presentaron situaciones de emergencia relacionadas con incendios perpetrados en zonas forestales. Es por eso que las autoridades dieron a conocer una serie de recomendaciones para cuidar la salud respiratoria en estos escenarios.
Recientemente, se presentaron dos incendios forestales cerca a Bogotá. El primero ocurrió al mediodía del domingo 13 de agosto en una zona verde cerca a la vía Mondoñedo, la cual comunica Soacha con Mosquera.
El incendio transcurrió intensamente por varias horas y los cuerpos de bomberos hicieron presencia en la zona para controlar las llamas. No obstante, horas después, específicamente a las 5:00 p.m., se reportó otro incendio cercano en la vereda Canoas. Los bomberos tuvieron que socorrer a una familia que fue evacuada de emergencia.
En lo que va corrido del año y con base en la información de Bomberos Cundinamarca, se han registrado 160 incendios forestales en 52 municipios del departamento, afectando 2.5 mil hectáreas. Bajo ese contexto, la Secretaría de Salud de Bogotá dio a conocer una serie de recomendaciones para tener cuidado con las columnas de humo generadas por las llamas.
Por un lado, el consejo principal es evitar acercarse lo más que se pueda a los lugares donde se registraron los incendios para así no inhalar directamente el humo. En caso de encontrarse cerca a la zona de influencia, lo más apto es cubrir nariz y boca con tapabocas o pañuelos húmedos para que las partículas no afecten la salud respiratoria.
La segunda recomendación tiene relación con las personas que están cerca de una fuente de humo, hollín o material particulado. Las autoridades indican que se requiere mantener abiertas las ventanas y puertas para que las partículas salgan al exterior y no se queden posadas en el hogar.
De igual forma, se deben limpiar superficies y pisos usando paños húmedos para que el polvo no quede impregnado.
Adicionalmente, se sugiere identificar y hacerle seguimiento a las personas con mayor vulnerabilidad; tales como menores de edad, adultos mayores, embarazas o pacientes con enfermedades pulmonares. Hay que evaluar la posibilidad de trasladarlos a zonas no afectadas.
Por otro lado, se recomienda limitar los esfuerzos y la actividad física intensa al aire libre a las siguientes personas sensibles: niños y niñas menores de 5 años, gestantes, personas mayores (a partir de 60 años) y personas con enfermedades como EPOC, asma, diabetes, enfermedades cardiovasculares y cáncer.
Las autoridades también señalan que las personas con patologías o condiciones médicas de corte crónico o enfermedades, deben mantener al pie de la letra los tratamientos prescritos. En especial, esta anotación hace referencia a los pacientes con asuntos respiratorios.
Teniendo en cuenta estas recomendaciones, también se solicita seguir los consejos de las autoridades presentes en la zona, como lo son los equipos de bomberos, centros de salud o policías.
La última anotación señalada por la Secretaría de Salud tiene que ver con acudir a los servicios de urgencia en caso de presentar los siguientes signos de alarma:
- Menores de cinco años: respiración rápida, le “silba el pecho”, se le “hunden las costillas”, tos persistente, fiebre difícil de controlar y prolongada por un par de días; somnolencia, irritabilidad, no poder beber ni comer nada, vomito, convulsiones y dificultad para la vista.
- En la población general: dificultad al respirar, fatiga inusual, dolor en el pecho, tos con expectoración purulenta o con sangre, decaimiento, cansancio excesivo, confusión, alteración de la conciencia y fiebre de difícil control con persistencia superior a dos días.