La Superintendencia Nacional de Salud informó que les impuso medidas cautelares a dos instituciones prestadoras de salud indígenas (IPSI) por considerar que no estaban atendiendo adecuadamente a niños menores de cinco años que padecen de desnutrición en el departamento de La Guajira.
Por medio de un comunicado de prensa, el ente de vigilancia y control dio a conocer la decisión, que cobija a las IPS indígenas Kottushi Sao Ana y Palaima. La primera institución opera en los municipios de Maicao, Uribia y en el distrito de Riohacha, mientras que la segunda atiende a la población de Uribia.
“Los representantes legales de estas instituciones indígenas deberán diseñar y remitir un plan de acción integral dentro de cinco días para aprobación de la Superintendencia, con el fin de dar cumplimiento a las instrucciones impartidas. Esta medida cautelar sobre las 2 IPS indígenas hace parte de los resultados de la jornada de intervención que realizó hace un mes la SuperSalud en la Alta Guajira, con auditorías focalizadas a centros médicos que fueron priorizados debido a su alta incidencia en casos de desnutrición aguda y mortalidad materna”, explicó la SuperSalud a través de su comunicado de prensa.
En el caso de la IPSI Kottushi Sao Ana, el ente de vigilancia y control sostuvo que le ordenaron ejecutar un total de 13 actividades que deben ser cumplidas con diligencia. Entre otras cosas, les solicitaron adelantar estrategias de búsqueda activa de los niños con desnutrición, pues parte importante de la atención en salud que deben recibir pasa por identificarlos debidamente.
La SuperSalud señaló que la IPS tendrá que asumir el diagnóstico y definir una ruta de promoción y mantenimiento de la salud de los niños que se encuentran enfermos.
“También, deberá evaluar el estado nutricional de los niños menores de cinco años e identificar las alteraciones del estado nutricional, establecer el tratamiento adecuado y disponer de los equipos biomédicos necesarios para la prestación de los servicios”, detalló el ente de vigilancia y control.
De otro lado, le ordenó a la IPS que planee y ejecute estrategias para atender a poblaciones rurales y brindarles servicios de salud, especialmente para la primera infancia. Así mismo, tendrá que implementar el “modelo de prestación con enfoque diferencial e intercultural”, además de establecer cuáles son los mecanismos que usará para que los niños de las comunidades wayuu accedan a una atención adecuada.
“En la IPS se detectaron falencias en las atenciones preventivas, promocionales y complementarias dirigidas a menores de cinco años con desnutrición; tampoco contaba con estrategias de atención que involucren la búsqueda activa comunitaria para la población urbana, rural y rural dispersa, y se identificaron registros de historias clínicas incompletos. En el servicio de farmacia se identificaron medicamentos vencidos, inadecuado control de inventarios, dispositivos médicos expuestos a temperaturas superiores a 30 °C, situaciones que aumentan el riesgo de ocurrir eventos adversos”, explicó el ente de vigilancia y control.
Mientras tanto, los funcionarios de la SuperSalud encontraron que la IPS indígena Palaima no estaría cumpliendo a cabalidad sus obligaciones respecto al seguimiento y la atención brindada a los niños menores de cinco años que ya habían recibido un diagnóstico de desnutrición.
Para poner algunos ejemplos, el ente de control señaló que la IPSI tenía registros clínicos que no habían sido bien diligenciados y falencias en el almacenamiento de medicamentos y dispositivos médicos.
“En este sentido, el informe del equipo detalla que fue encontrada una fórmula terapéutica lista para el consumo, y que es requerida para el tratamiento ambulatorio de desnutrición aguda, pero almacenada en condiciones inadecuadas”, detalló las SuperSalud.
Por eso, la IPSI Palaima ahora tendrá que garantizar la atención integral de los niños menores de cinco años diagnosticados con desnutrición, además de darles un “tratamiento nutricional basado en la fórmula terapéutica lista para el consumo”.
“Así mismo, se le ordena registrar de forma obligatoria en la historia clínica de cada menor de cinco años todas las atenciones del equipo de salud, disponer de los equipos biomédicos necesarios para evaluar el estado nutricional de los niños y definir los mecanismos para garantizar la gestión de las atenciones de los menores pertenecientes al pueblo Wayuu, sin que medie autorización de su EPS”, concluyó la SuperSalud.
Estas medidas del ente de vigilancia y control buscan mitigar las afectaciones de salud que tiene la población infantil en La Guajira.
De hecho, según los reportes más recientes del Instituto Nacional de Salud (INS), este año han fallecido 33 niños menores de cinco años por desnutrición en territorio guajiro. Solo en Uribia ya se registran 16 muertes en esa población, un dato que es superior a los que se reportan en departamentos enteros del resto del país.