Las autoridades sanitarias y la comunidad médica en general han creado un consenso en torno a que tener sexo con frecuencia tiene múltiples beneficios para la salud, en tanto se haga con protección y responsabilidad para evitar infecciones de transmisión sexual o embarazos no deseados.

Entre otras cosas, tener sexo puede ser útil para la salud cardiovascular, debido a que implica un ejercicio físico que aumenta el ritmo cardíaco. Así mismo, puede mejorar la cantidad de inmunoglobulina salival A en el organismo, lo cual implica que el sistema inmune puede fortalecerse.

Para los hombres, según información del instituto especializado European Urology, tiene múltiples ventajas, pues eyacular varias veces al mes puede reducir el riesgo de presentar cáncer de próstata.

No obstante, todo tiene un límite y lo cierto es que el sexo también es una práctica que requiere mesura.

¿Hay una forma de saber cuándo una persona está sosteniendo demasiadas relaciones sexuales? Más allá de la cantidad de veces que un paciente tiene sexo en cierto tiempo determinado, los expertos advierten que es clave fijarse en otros comportamientos relacionados con la sexualidad.

De hecho, hay una condición médica denominada conducta sexual compulsiva que, de acuerdo con la Clínica Mayo, una institución sanitaria de Estados Unidos, también se conoce como trastorno de hipersexualidad o simplemente adicción al sexo.

La hipersexualidad puede afectar la relación de pareja, pues aumenta el riesgo de infidelidad. | Foto: http://www.4FR.de

“Es una preocupación excesiva por fantasías, impulsos o conductas sexuales que es difícil de controlar, provoca angustia o afecta, de manera negativa, la salud, el trabajo, las relaciones u otros aspectos de la vida”, señala la Clínica Mayo.

Por su parte, la fundación Planned Parenthood advierte que las personas que padecen esta condición tienen sexo con “tanta frecuencia que interfiere con las actividades de la vida cotidiana, tales como el trabajo, la escuela y los momentos con la familia y los amigos”.

La conducta sexual compulsiva no solo incluye el sexo con otras personas, sino realizar otras prácticas con demasiada frecuencia, como la masturbación. | Foto: Getty Images

Esa fuente advierte que las personas que desarrollan estas conductas no solo acuden con frecuencia a las relaciones sexuales con otras personas, sino que también pueden acceder a otras prácticas como la masturbación frecuente, el cibersexo, el consumo de pornografía e incluso pueden ser personas dispuestas a pagar por sexo.

Padecer esta condición de salud puede tener profundas implicaciones a nivel psicológico, social y sanitario.

Por ejemplo, acceder al sexo de forma compulsiva puede hacer que una persona sea más proclive a acceder a conductas de riesgo, que podrían someter a las personas a contraer enfermedades de transmisión sexual, presentar dificultades para relacionarse o incluso tener problemas legales.

Así mismo, las personas con conductas sexuales compulsivas pueden experimentar baja autoestima, tener sensaciones de culpa e incluso padecer algunas enfermedades de salud mental como la ansiedad y depresión.

También existe el riesgo de que adquieran deudas para comprar servicios pornográficos, eróticos o sexuales.

“Busca ayuda si sientes que perdiste el control de tu conducta sexual, especialmente si tu conducta provoca problemas para ti u otras personas. La conducta sexual compulsiva suele empeorar con el tiempo, por lo que debes buscar ayuda apenas reconozcas que puede haber un problema”, recomienda la Clínica Mayo.

El consumo excesivo de alcohol y otras sustancias que alteran la consciencia puede hacer que una persona sea más proclive a la hipersexualidad. | Foto: Getty Images

Para prevenir estas conductas es importante identificar la excesiva preocupación que genera el sexo y, con ello, buscar ayuda a tiempo. De hecho, la Clínica Mayo indica que cuando las conductas se tratan a tiempo puede evitarse que el estado psicológico se deteriore con el tiempo. Más aún, si los pacientes presentan signos de otros trastornos como depresión y ansiedad.

A su vez, es clave reducir algunos comportamientos nocivos para la salud mental y física, como el consumo de alcohol y otras sustancias psicoactivas.

Y se les pide a los pacientes evitar las situaciones de riesgo. “No pongas en peligro tu salud ni la de los demás exponiéndote a situaciones en las que te tentarás de participar en prácticas sexuales riesgosas”, indica la Clínica Mayo.