La depresión es una enfermedad que ataca a muchas personas en la actualidad y se caracteriza por una tristeza persistente y por la pérdida de interés en las actividades con las que normalmente se disfruta, así como por la incapacidad para llevar a cabo las labores cotidianas.
Es una enfermedad más común de lo que la gente piensa y se hace más grave en la medida en que interfiere con la actividad diaria como lo es trabajar, dormir, estudiar o comer, entre otras, y es causada por una combinación de factores genéticos, biológicos, ambientales y psicológicos.
El método para tratar la ansiedad según la ciencia
La ciencia ha desarrollado varios tratamientos que podrían ayudar al manejo de esta condición y entre los más novedosos se encuentra la Terapia de calor, la cual consiste en exponer al cuerpo al calor para producir bienestar en los pacientes depresivos.
Según una investigación publicada en el International Journal of Hyperthermia, la Terapia de sauna, también conocida como Terapia de calor, ha mostrado una reducción significativa en los síntomas depresivos en pacientes diagnosticados con trastorno depresivo mayor.
Esta práctica durante años ha sido relacionada con el bienestar y la relajación, no obstante, recientemente se ha descubierto que también cumple un importante papel para el tratamiento de personas con depresión.
Ahora este tipo de terapia está siendo tomada en serio por la comunidad científica debido a estos hallazgos prometedores.
De hecho, Ashley Mason, psicóloga clínica del Centro Osher para la Salud Integrativa de la Universidad de California, en San Francisco, llevó a cabo un ensayo clínico para comprobar el efecto del calor en la depresión.
Dicha investigación, que comenzó con un análisis de siete meses de lecturas diarias de temperatura corporal y síntomas de depresión en más de 20.000 personas, encontró una correlación entre las temperaturas corporales más altas y los síntomas depresivos. “Cuanto más severa es la depresión del paciente, mayor tiende a ser su temperatura”, comentó Mason.
¿Cómo ayudar a un paciente depresivo?
Por su parte Earric Lee, fisiólogo del Instituto del Corazón de Montreal, elogió la premisa del estudio en mención y destacó la necesidad de alejarse de los tratamientos farmacológicos, para darle paso estas nuevas alternativas. Sin embrago, notó que el tamaño reducido de la muestra y la falta de un grupo de control limitan la fiabilidad de los resultados.
En su defensa, la científica asegura que la exposición al calor podría ser más accesible que los fármacos o las terapias intensivas, pues “es mucho más fácil hacer que alguien se recueste en una sauna por un tiempo que salir a correr durante una hora, especialmente si tienen depresión”, sostuvo.
El estudio de la Terapia de calor se encuentra aún en sus primeras etapas, y se necesitarán varios años y una considerable cantidad de financiamiento para determinar completamente la eficacia de la denominada “hipertermia corporal total”.
No obstante, los resultados preliminares han reforzado su optimismo. “El tratamiento de mente y cuerpo con ese tipo de resultado ciertamente vale la pena ser investigado más a fondo”, destacó Mason