En el marco de la Semana Mundial de Concientización sobre los Antimicrobianos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo pública una encuesta en la que detalla el uso inadecuado que hacen las personas de los tratamientos con antibióticos.
El ejercicio estadístico se realizó en 14 países europeos; les preguntaron a los ciudadanos cuáles habían sido las circunstancias en las cuales habían tomado antibióticos por última vez.
Los resultados arrojaron que una de cada tres personas tomó estos medicamentos sin ningún tipo de prescripción médica. De estas personas, algunas optaron por usar los mismos fármacos que les habían recetado los profesionales de la salud en un tratamiento anterior. Otras simplemente fueron a las farmacias y compraron el medicamento sin mayores restricciones.
También se encontró que más del 50 % de los encuestados aseguró que ha usado antibióticos en el último año, una cifra que es demasiado alta para los criterios de la OMS.
Ese ente multilateral también advirtió que en varios de los países donde realizó su encuesta no había hecho investigaciones estadísticas al respecto. Varios de ellos se encuentran cerca del Cáucaso y Asia Central y no se encuentran dentro de la Comisión Europea.
“Cuando los antibióticos se usan demasiado, durante demasiado tiempo o cuando no son necesarios, las bacterias pueden volverse resistentes a ellos”, indicó el Doctor Danilo Lo Fo Wong, asesor regional de la OMS para el Control de la Resistencia a los Antimicrobianos.
Los nuevos datos recogidos por la OMS tienen en alerta a las autoridades, pues la resistencia de las bacterias y otros microorganismos es una amenaza central para la salud pública del mundo. Según los datos de ese ente multilateral, solo en la Unión Europea se calcula que más de 35.000 personas fallecen al año por causas relacionadas directamente con infecciones que se volvieron “intratables” con antibióticos.
En países como Colombia circulan virus que ya presentan resistencia a los antibióticos y requieren de vigilancia epidemiológica. De hecho, solo en 2022, el Instituto Nacional de Salud (INS) ya ha identificado 331 casos de tuberculosis farmacoresistente..
“Sin una acción colectiva, podemos esperar un futuro en el que enfermedades que de otro modo serían tratables, como las infecciones del tracto urinario, podrían volverse intratables y los procedimientos, como cirugías o quimioterapias, demasiado peligrosos para realizar”, indicó Lo Fo.
Es, precisamente, el desconocimiento de los ciudadanos lo que ha impulsado que haya cada vez más patógenos resistentes a los antibióticos.
Por ejemplo, la OMS también advirtió que 6 de cada 10 encuestados no sabían que los antibióticos no servían para combatir los virus. Incluso, más de la mitad creía que estos medicamentos podían resultar efectivos si se usaban como tratamiento para la gripa común.
“Los antibióticos no pueden curar el resfriado común. Un resfriado común es causado por un virus contra el cual no funcionan los antibióticos”, enfatizó. “Aunque los antibióticos no lo ayudarán, su uso puede conducir al desarrollo de resistencia a los antibióticos y convertirse en un problema para usted y para otra persona”, aseguró Lo Fo.
Pero hay mayor conciencia, según las cifras compartidas por la OMS, sobre lo peligrosa que resulta la resistencia bacteriana a los antibióticos. En efecto, dos tercios de los encuestados contestaron que usar antibióticos sin necesidad podía provocar que se volvieran ineficaces en el futuro.
“A través de actividades como esta encuesta, estamos obteniendo información sobre el conocimiento de las personas y comportamiento con respecto a los antibióticos. Podemos tomar medidas para asegurarnos de que las personas estén bien informadas sobre cuándo y cómo tomar estos preciados medicamentos”, aseguró por su parte Hans Henri P. Kluge, director regional de la OMS para Europa.
Kluge concluyó diciendo que la farmacoresistencia es un “tsunami lento que se avecina” en materia de salud pública.