Entre 2011 y 2021, una de cada diecisiete personas en el mundo consumió algún tipo de droga, lo que incrementó la cifra de consumidores de 240 a 296 millones. El cannabis sigue siendo la más popular y el número de usuarios que sufrieron trastornos por consumo de estupefacientes se disparó a 39,5 millones; esto es, un aumento del 45 por ciento.
En medio de ese aumento en el número de consumidores, una amenaza latente para la salud pública en el mundo, un equipo de científicos brasileños desarrolla actualmente una prometedora vacuna con el objetivo de combatir la adicción a la cocaína y el crack. Este biológico les brindaría a los consumidores una alternativa terapéutica para abandonar el círculo vicioso de las drogas.
Se trata de una vacuna, conocida como ‘Calixcoca’, que busca principalmente bloquear la sensación gratificante que la cocaína induce en el cerebro al activar el área de recompensa.
En octubre pasado, este proyecto recibió cerca de 500.000 dólares del premio Euro Innovación en Salud Latinoamérica, que es financiado por la farmacéutica Eurofarma. Este premio tiene como propósito fomentar soluciones innovadoras y de “alto impacto” en el campo de la salud.
Así funciona la vacuna
La ‘Calixcoca’ se define como una vacuna terapéutica cuya función principal es ayudar a las personas dependientes de la cocaína a producir anticuerpos que se unen a la droga y evitan que esta entre en el cerebro. En términos prácticos, la vacuna busca romper el ciclo de compulsión hacia la droga, lo que, según el coordinador del proyecto, el psiquiatra Federico García de la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG), “aumenta las chances” de que los adictos que desean mantenerse en abstinencia tengan éxito en su lucha contra la adicción.
Los ensayos iniciales realizados en animales, previos a la fase de pruebas en seres humanos, mostraron una producción significativa de anticuerpos contra la cocaína, junto con pocos efectos secundarios. Además, la vacuna demostró ser eficaz en proteger a los fetos de ratas de los efectos de la cocaína, lo que podría ser un avance relevante en el tratamiento de mujeres embarazadas con problemas de adicción.
A pesar de que existen proyectos de investigación similares en Estados Unidos, que no avanzaron debido a resultados insatisfactorios en ensayos clínicos, ‘Calixcoca’ se destaca como el primer proyecto de este tipo en Latinoamérica. Si los ensayos clínicos demuestran su eficacia y obtiene la aprobación de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria de Brasil (ANVISA), se convertiría en la primera vacuna anticocaína y antidroga utilizada como medicamento en el mundo.
Lo que distingue a ‘Calixcoca’ es que está compuesta por compuestos químicos diseñados en laboratorio, en lugar de compuestos biológicos, lo que hace que su producción sea más económica y no requiera una cadena de frío para su transporte.
En la actualidad, no existe un tratamiento registrado específico para la dependencia de cocaína o crack, y se recurre principalmente a abordajes psicológicos, asistencia social e internación. La vacuna entonces actuaría como un “coadyuvante” en estas estrategias multidisciplinarias y podría colaborarles a los dependientes a evitar recaídas inmediatas después de abandonar los centros de rehabilitación, una de las fases más críticas del proceso de recuperación.
El público objetivo se definirá con mayor precisión después de los ensayos clínicos, pero en principio, estaría dirigido a aquellos pacientes que están en abstinencia y motivados para continuar en esa dirección.
La necesidad de soluciones efectivas es apremiante, ya que según datos del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA) de Estados Unidos, aproximadamente uno de cada cuatro usuarios regulares de cocaína se convierte en adicto, y solo uno de cada cuatro logra dejar la adicción después de cinco años de tratamiento.
Brasil es el segundo mayor consumidor de cocaína después de Estados Unidos, por lo que la expectativa en torno a ‘Calixcoca’ en ese país es alta. Más de 3,000 personas ya se han puesto en contacto con el equipo de García para ofrecerse como voluntarios en los ensayos clínicos, lo que subraya la urgente necesidad de soluciones efectivas para combatir esta devastadora adicción.