El informe ‘Estado Mundial de la Infancia 2023: Para cada infancia, vacunación’, presentado por Unicef con motivo de la Semana Mundial de la Inmunización, reveló que al menos 67 millones de niños se quedaron sin vacunar total o parcialmente entre 2019 y 2021, cayendo los niveles de cobertura de inmunización en 112 países debido a la pandemia.
“Lo que el estudio muestra es que hay dos consecuencias ocultas y que están emergiendo ahora de la pandemia por covid-19: hay una reducción y una caída de la confianza en las vacunas y hay una reducción de la inmunización y en el acceso a estas vacunas en un número muy significativo de los países”, explicó el director ejecutivo de Unicef España, José María Vera.
En cuanto a la falta de confianza de las vacunas, el informe demuestra que la percepción pública de la importancia de las vacunas infantiles ha disminuido durante la pandemia en 52 de 55 países analizados, entre ellos España, donde pasa de un 96,5 a un 88,6 %, lo que supone una caída de 8 puntos.
Así las cosas, el documento pone de manifiesto que los niños nacidos justo antes o durante la pandemia de la covid-19 están superando la edad a la que normalmente deberían haber recibido las vacunas, por lo que Unicef subraya la necesidad de tomar medidas “urgentes” para ponerse al día con las dosis perdidas y prevenir brotes de enfermedades mortales.
“Las vacunas son una de las mayores historias de éxito de la humanidad. Salvan entre 4 y 5 millones de vidas al año, y han sido vitales para reducir las tasas de mortalidad infantil. Lo que pedimos es que los gobiernos vuelvan a comprometerse con las vacunas porque las vacunas funcionan”, enfatizó Vera.
Retroceso en la inmunización
De igual manera, la organización alerta que este es el mayor retroceso sostenido de la inmunización infantil de los últimos 30 años, y ha recordado que la pandemia interrumpió la vacunación infantil en casi todo el mundo debido a la presión que sufrieron los sistemas de salud, el desvío de los recursos dedicados a la inmunización hacia la vacunación contra la Covid-19, la escasez de personal sanitario y las medidas de confinamiento en el hogar.
En este sentido, Unicef insistió en la importancia de “redoblar el compromiso, aumentar la financiación de la inmunización y evitar que la vacunación sistemática se convierta en otra víctima de la pandemia”. Si esto ocurriera, aseveran que “la próxima oleada de muertes” podría deberse a un aumento en el número de niños con sarampión, difteria u otras enfermedades prevenibles.
“El retorno de enfermedades erradicadas en cualquier lugar del mundo nos puede afectar a nosotros”, manifestó por su parte Lorena Cobas, especialista en programas de emergencia y acción humanitaria de Unicef.
En 2022, por ejemplo, el número de casos de sarampión fue más del doble del total del año anterior. Mientras, la cifra de niños paralizados por la poliomielitis aumentó un 16 % interanual en 2022.
Si se compara el periodo de 2019 a 2021 con el trienio anterior, el número de niños que sufrieron parálisis a causa de la poliomielitis se multiplicó por ocho, lo que pone de manifiesto la obligación de garantizar que se mantengan los esfuerzos de vacunación.