Desde hace algunos años, el tema de los vapeadores ha empezado a tomar relevancia en todos los ámbitos, desde la salud, pasando por lo sociocultural, hasta llegar a las leyes. Por ello, SEMANA entrevistó a tres expertos en esta materia para despejar algunas dudas y conocer sus posturas.
Prohibición del vapeo
Ante el cuestionamiento ‘¿por qué evitar la prohibición del vapeo en los diferentes países?’, Juan José Cirion, presidente de la Asociación México y el Mundo Vapeando A.C., manifestó: “Tenemos la experiencia de que cuando existe oferta y demanda en un mercado, la prohibición lo único que hace es que todo se vaya al mercado negro”.
En este mercado negro hay muchísimas desventajas, “una de ellas, cero controles gubernamentales. Adicionalmente, los vaporizadores son una tecnología que ya es difundida a lo largo del mundo y cuya comercialización no se puede impedir”, destaca.
Cirión agregó que, en este sentido, “las prohibiciones no son la solución. Es mejor optar por el control para evitar que los menores puedan acceder a este tipo de dispositivos, que el Gobierno imponga reglas y que con base en estas reglas se pueda comercializar, buscando un equilibrio entre la prohibición a los menores y facilitar el acceso a estas tecnologías por parte de aquellas personas que buscan dejar de fumar”.
Por su parte, Ignacio Leiva, fundador y presidente de la Asociación de consumidores de vaporizadores de Chile Asovape y secretario de Ardt Iberoamérica, expresó en SEMANA:
“Las libertades personales son un argumento importante que se deben tener en cuenta para defender el cigarrillo electrónico o las otras herramientas de reducción de daño, pues somos todos adultos mayores y parece un poco sin sentido que el Gobierno o las entidades de salud quieran restringir qué es lo que puede o no hacer un adulto informado. Adicionalmente, los vaporizadores son herramientas que ayudan a dejar de fumar, convirtiéndose así en una opción para los usuarios”.
¿Es menos malo para la salud?
Sobre el hecho de si los vapeadores realmente son ‘menos malos’ para la salud, Roberto Sussman, investigador principal y profesor de física a tiempo completo en la Universidad Nacional Autónoma de México, fundador y director de Pro-Vapeo México, aseguró en SEMANA que esta práctica es mucho menos tóxica que seguir fumando cigarros de tabaco.
Según explicó, “entregan nicotina simulando el acto de fumar, pero eliminando casi la totalidad de compuestos tóxicos que son producidos por la combustión. Esto es un hecho sustentado en evidencia científica sólida, por lo tanto, cualquier informe científico que lo niegue simplemente está esparciendo desinformación”.
“Ahora, informes científicos emitidos por instituciones de prestigio concluyen que el uso del cigarro electrónico representa una enorme reducción del riesgo para los fumadores que no logran o no desean dejar de fumar. Agencias de salud pública del Reino Unido que emiten informes anuales, el estudio del Colegio Real de Médicos y las investigaciones de las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina de los Estados Unidos, con base en estas conclusiones los ministerios de Salud del Reino Unido y Nueva Zelanda han adoptado el uso del cigarro electrónico en su política oficial contra el tabaquismo”, prosiguió el investigador.
“Ambos países, desarrollados con excelentes sistemas de salud pública, y muestran que las tasas de tabaquismo han decaído significativamente desde que adoptaron esta política”, concluyó.
Impacto de los vapeadores en la sociedad
Finalmente, respecto al impacto de esta práctica en la sociedad, Ignacio Leiva, el secretario de la ARDT (Asociación de la Reducción de Daños del Tabaquismo) afirma: “Los usuarios tienen que saber que hay una opción que les puede salvar la vida a aquellos que no quieren o no pueden dejar de fumar. A través de las campañas realizadas en Chile, hemos logrado unir a la comunidad para que los diputados entiendan que decisiones como estas afectan a gente común y corriente”.
Enfatiza que en ese país se estima que “hay alrededor de 350 mil y 400 mil usuarios de cigarrillos electrónicos, por lo que es importante que los legisladores entiendan a cuánta gente están afectando. Cuando ellos logran ser informados y ver la evidencia científica, se toman determinaciones adecuadas para esta categoría”.
Así mismo, destaca: “Gobiernos como el de Inglaterra, Nueva Zelanda y Suecia están a punto de lograr ser el primer país libre de humo. Cuando se abren los ojos y se ven esas alternativas existentes, se hace mucho más simple que se tome una postura prorreducción de daño, prousuarios y entender que aquí lo que estamos buscando también es salvar a las familias de esas personas que fuman, que son quienes realmente sufren cuando sus familiares se enferman”.