Para gozar de buena salud, conservar la circulación es fundamental y necesario para impedir el desarrollo de enfermedades del futuro. Por lo tanto, prestarle atención a los signos de alarma es primordial para combatir la complicación en poco tiempo.
Uno de los signos más evidentes de una posible falla circulatoria es el desarrollo de varices. Desde el punto de vista estético, tienden a ser incómodas, dado que generan que las venas se visibilicen y den la forma de arañas. Su aparición se da principalmente en los pies.
Bajo la perspectiva médica, el Instituto Nacional del Corazón, Pulmón y Sangre de Estados Unidos (NHLBI) explica que las várices son venas hinchadas y retorcidas que pueden verse bajo la piel y suelen aparecer en las piernas.
A nivel interno, las várices se dan por una afectación causada por las paredes y válvulas venosas debilitadas o dañadas, las cuales son las encargadas de abrirse o cerrarse dependiendo del flujo sanguíneo que reciban. Al estar débiles, provocan que la sangre se acumule anormalmente, conllevando a retornos o expansión en el diámetro del torrente.
En primera instancia, no son graves, pero tampoco hay que pasarlas por desapercibidas. Aparte de las molestar arañas, las várices traen una serie de síntomas, tales como: hinchazón en las piernas, dolor en las articulaciones, sensación de pesadez, picazón alrededor de las venas, cambios de color de la piel alrededor de las venas y calambres nocturnos frecuentes.
Asimismo, un elevado desarrollo de las várices puede ocasionar una serie de limitaciones en la movilidad. Inclusive, pueden ser dolorosas al estar de pie o sentado por tiempos prolongados.
Para tener un diagnóstico certero, es necesario que un especialista de salud le practique a la persona afectada un examen físico para evaluar el estado actual de la movilidad. A la par, estudiará las várices y solicitará un recuento de los síntomas acompañantes de la complicación médica.
Teniendo en cuenta esa información, será posible dar con las causas de las várices, un aspecto fundamental para iniciar el respectivo tratamiento. El motivo más común radica en una alteración en la presión sanguínea, la cual se altera normalmente por causa de la diabetes, sobrepeso u obesidad.
La edad avanzada es otro factor de riesgo, por el hecho que las articulaciones se deterioran con facilidad. En ese orden de ideas, el primer paso es hacer cambios en el estilo de vida. Conserva un peso saludables, realizar actividad física y evitar estar sentado o de pie por mucho tiempo son algunas recomendaciones para tener en cuenta.
Referencias científicas:
Várices: Síntomas y tratamientos: Instituto Nacional del Corazón, Pulmón y Sangre de Estados Unidos (NHLBI)