Después de la pandemia del covid-19, el mundo pronto enfrentó una nueva amenaza: la viruela símica, también llamada viruela del mono. Sí, otra enfermedad causada por un virus.
En este caso, se trata de una infección vírica zoonótica, lo que significa que puede propagarse de los animales al ser humano. También puede difundirse entre seres humanos e igualmente pasar del medio ambiente a las personas.
Los síntomas más comunes de esta enfermedad, detectada durante un brote en 2022, son fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, dolor de espalda, baja energía e inflamación de los ganglios linfáticos, seguidos o acompañados por una erupción cutánea que puede durar de dos a tres semanas.
Dicha erupción puede afectar a la cara, las palmas de las manos, las plantas de los pies, la ingle y las regiones genitales o anales. También puede aparecer en la boca, la garganta, el ano o la vagina, o en los ojos. El número de lesiones puede variar entre unas pocas y varios miles. Al principio, las lesiones de la piel son planas, luego se llenan de líquido y, a continuación, se forman costras que se secan y se desprenden, formándose por debajo una capa nueva de piel.
A mediados de mayo de 2022, la Organización Mundial de la Salud, OMS, hizo pública su preocupación sobre la rápida expansión de la viruela del mono (monkeypox). Según datos a fecha de 11 de noviembre de 2022, el número total de casos confirmados ascendía a cerca de 65.000.
Sin embargo, los casos de viruela símica, según la propia OMS, se han reducido en un noventa por ciento en el mundo en los tres últimos meses, en relación con el trimestre anterior, lo que indica que se ha avanzado de manera importante en el control del brote epidémico, aseguró este miércoles el organismo multilateral, que la declaró una emergencia sanitaria internacional en julio del año pasado.
El Comité de Emergencia, que forman expertos y que fue creado por la OMS para seguir la evolución de este brote, se reunió este miércoles para determinar si aconseja levantar esa declaración de emergencia o es mejor mantenerla más tiempo.
Es que los casos de viruela símica (conocida inicialmente como viruela del mono) se registraron en 111 países, con 87.000 casos y 140 muertes.
No hay que bajar la guardia
“Hay que felicitar el trabajo de las autoridades sanitarias y de las organizaciones comunitarias que se movieron rápidamente para informar a la gente sobre los riesgos, apoyar un cambio de comportamiento y reclamar el acceso a test, vacunas y tratamientos”, comentó el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, al inaugurar la reunión del Comité de Emergencia.
A pesar de que el panorama de esta enfermedad ha mejorado notablemente, Tedros recordó que el virus sigue transmitiéndose en ciertos grupos y países, particularmente en la región del Pacífico Occidental, y que sigue habiendo importación de virus a través de personas que viajan.
El brote actual se inició en 2022 en Reino Unido y pronto empezaron a notificarse casos en diversos países del mundo donde la enfermedad no era endémica, lo que preocupó a las autoridades.
Según Tedros, el riesgo de una transmisión regular de esta enfermedad es importante en países con brotes, sobre todo en situaciones en las que no se ha entendido bien el modo de transmisión.
“Lamentablemente, muchos países están bajando la guardia y reduciendo los test y la vacunación”, comentó el director general, quien recibirá la recomendación del Comité de Emergencia y deberá decidir -conforme a su mandato- si la acepta o no.
Se espera que esas conclusiones se emitan a partir de este jueves, aunque su elaboración puede llevar más días en caso de distintas opiniones entre los expertos.