La ministra de Salud, Carolina Corcho Mejía, es una de las funcionarias del gobierno de Gustavo Petro más mencionadas en medios y conversaciones cotidianas, tanto que en las búsqueda en Google de su nombre ha aumentado. No es para menos si se tiene en cuenta que es la cara visible de una propuesta que ocasionaría un remezón en el sistema de salud de 51 millones de personas.
Y si bien, las entrevistas y respuestas desde el equipo de comunicaciones del Ministerio de Salud son limitadas, en las declaraciones que hace en medio de eventos del gobierno o del ministerio se ha referido con ahínco a las críticas que le llueven por Twitter y en análisis de expertos a la reforma.
“Les cuento algo que me aparece anecdótico porque cuando no había texto la crítica era la misma y cuando hay texto la crítica sigue siendo la misma. Es lo mismo, entonces no hubo diferencia entre que presentáramos un documento de fondo, a que no hubiera documento de fondo, porque entonces es lo mismo. El llamado es a que revisemos, que se pueden hacer propuestas porque obviamente esto va a estar en el juego democrático… Hace 20 días decían no hay texto, ya hay texto y por qué no discutimos sobre el texto”, dijo con su característico tono la ministra Carolina Corcho.
Mencionó además que los 18 capítulos, con 152 artículos presentados en el proyecto de ley 339 tienen arraigo.
“Ahí hay un trabajo de ocho años. Yo invito, a que discutamos sobre el texto, ahí puede haber acuerdos o desacuerdos, pero discutamos sobre los contenidos, sobre el texto, miremos ese articulado, hay un esfuerzo social, científico e intelectual enorme de este país”, insistió la mujer que lidera una de las más ambiciosas propuestas del gobierno de Gustavo Petro.
Ahora una de las críticas y llamados más insistentes por parte de quienes refutan la propuesta es que se construya sobre lo construido. Justo en palabras similares, pero más a su estilo, la psiquiatra les contestó.
“Aquí no nos podemos dedicar a destruir la destrucción de la destrucción. Qué es lo que se puede mejorar para que sea más claro, cómo podemos avanzar. Pero para eso, pues tiene que haber un reconocimiento de que tenemos un problema, porque si uno no reconoce que hay un problema, porque uno cree que vamos magníficamente bien, pues evidentemente creerá que entonces no se necesita una reforma”.
Además, cuestionó algo que no es muy mencionado, porque la oposición si había manifestado, en su momento, que hay conceptos de base que no son debatibles, por más que tengan otras profundas diferencias.
“También uno tendría que valorar, cuál es su visión de la justicia social, si le parece justo esto: situación de trabajadores, deudas que ya no importan si pagaron o no pagaron, tutelas, quejas, muerte de niños, mortalidad de maternas… Si a algunos les parece que es justo socialmente y que no se necesita un cambio, pues ahí la discusión si se vuelve más difícil”, sentenció quien fue la vicepresidente de la Federación Médica Colombiana.
Entre la incertidumbre y el llamado a dejar el miedo
Aunque parece que por momentos se da por sentado, aun la reforma a la salud no está aprobada. Le restan debates en el Congreso que estarán enmarcados por estrategia política y por el reto del gobierno de unificar tantas voces en contra. Tal vez como en el fútbol, hay que esperar hasta el último minuto. Es una pelea que va para largo.
En ese sentido, la ministra también defendió la necesidad de un cambio en el sistema de salud.
“Todos hacen reformas, los sistemas agrarios, de salud, los sistemas pensionales, permanentemente hacen reformas. Eso no es ni apocalíptico. Eso no es para decir que se va a destruir la sociedad y el país, porque va a haber una reforma. Todos los sistemas de salud cada 10 años van haciendo, quizás en el colombiano, como nos negamos hacer una reformas más profundas, pues ahorita tocó hacer un planteamiento más profundo, porque todos los sistemas de salud tienen que cambiar”, afirmó con cierto sentido de ironía.
“En este momento, después de la pandemia del gran debate de los Estados, son sus sistemas de salud, todos están en eso. Entonces yo creo que también hay que quitar esa aura apocalíptica, esa aura de que si hay un cambio hay es una destrucción”, agregó.
Asimismo, contestó sobre el juicio al proceso de implementación de la reforma. Mandó a leer a quienes han expresado sus preocupaciones en este punto.
“Los cambios se planifican y los cambios necesitan transiciones y el proyecto de ley tiene un capítulo de transición. Nos reclaman, pero es que no hay transición. Venga, hay un capítulo de transición, por qué no coge y abren y leen para que puedan ver el capítulo de la transición, porque siguen diciendo que no hay una transición cuando hay un capítulo larguísimo donde hubo aportes maravillosos”, añadió.
Agregó, que ningún cambio es de un día para otro y que en caso de ser aprobada la reforma, empezarán con la sustitución, pero serán los demás gobiernos quienes implementen en su totalidad el modelo. Es más, en otra de sus declaraciones aseguró que esto podría tardar alrededor de 10 años.
“Yo quiero dar un parte de tranquilidad, que eliminemos las emociones del miedo paralizante y que más bien activemos la racionalidad esperanzadora, para que podamos ser constructivos y para que podamos poner en el centro del estado social y democrático el derecho y la defensa de la vida en Colombia”, concluyó Corcho.