Hola, soy Lucía, tengo 35 años, soy abogada, soltera y amo los postres -y sobre todo si tienen chocolate-. He vivido, de dieta en dieta y entre más años cumplo, se me dificulta adelgazar y resistirme a los ‘pecaditos’. Hace cerca de un año que no iba al médico; y una mañana en la que me sentí muy pesada decidí visitarlo para tomar el control de mi peso y de mi salud.

Después de revisar mis exámenes, el médico me dice que, según mi índice de masa corporal, mi estatura y contextura padecía de sobrepeso y que estaba cerca de una enfermedad: la obesidad. Agregó, que estos kilos adicionales habían afectado mi salud.

Así me di cuenta de que hago parte del 56,4 % de colombianos adultos que sufren de obesidad o sobrepeso, según las cifras de la Encuesta de Situación Nutricional – ENSIN – realizada en 2015. Pero, también descubrí varios aspectos que me han permitido asumir una vida con mejores hábitos, por eso decidí contar mi historia, primero en un podcast y ahora en este blog.

Al principio, lo confieso, la motivación para cambiar mis hábitos fue cumplir con los estándares de belleza. Pero, luego comencé a sentirme inflada, como pesada, sobre todo cuando comía ciertos alimentos. Ahí decidí ir al médico, y cuando lo hice, me di cuenta de que el tema iba más allá y que el único estándar que realmente debía importarme era mi salud.

No puedo juzgar a quien lo hace por vanidad, pero cuando te dicen que estás enferma y que esa enfermedad puede, desencadenar en otras y aumentar el riesgo de sufrir complicaciones severas, es como cuando te informan que vas perdiendo varias materias: uno ahí, se ajuicia para tratar de salvar el semestre.

Llevaba muchos años intentando de todo y nada me funcionó realmente, algunos eran simples pañitos de agua tibia como para que me entrara el pantalón sin tener que lanzarme a la cama para apuntármelo. En ese sentido, el médico ha significado una guía para conocer más mi cuerpo, un acompañante en el proceso y una manera de entender mejor que esto realmente es un tema de salud y no de estética.

En este blog también quiero mostrar mi proceso desde las emociones y pensamientos. Es que las personas que están a tú alrededor creen que bajar de peso es solo cuestión de voluntad y a mí me pasó: ´Lucía, pero ¿qué es bajarle a la comida y empezar a hacer ejercicio?, es cuestión de actitud y disciplina´. ¡Mentira! Un proceso de pérdida de peso es una montaña rusa de emociones, y el que diga que no, flaquea ¡por favor que me dé la fórmula! Claro que sí, varias veces quise botar la toalla y mucho tiene que ver con las emociones: pasar de la frustración por dejar de comer lo que literalmente se te antoja, a la felicidad de ver resultados, o la tristeza de no verlos, en fin.

Y aquí el médico se vuelve clave, por eso, para comenzar este camino es muy importante contar con varios especialistas, y ese fue uno de mis grandes descubrimientos. Cada uno te indica cómo iniciar desde diferentes áreas y qué hacer cuando quieres dejar todo tirado. Es importante que lo entendamos: el sobrepeso y la obesidad requieren del apoyo de varios médicos especialistas. Cuando lo comprendí, dije: “ah eso es otra cosa, ya veo la luz”.

Aunque aún me faltan varios kilos por bajar para llegar a mi peso saludable, mi salud ha mejorado mucho. De hecho, ya no siento esa pesadez o inflamación que sentía antes, tengo más energía, no me ahogo al hacer diferentes actividades y hoy me siento más tranquila porque sé que estoy previniendo futuras enfermedades.

Lo más importante, es que entendí que no debo ver este proceso como una dieta o algo riguroso y limitante, sino como un estilo de vida, que se compone de varios elementos. Así, poco a poco, he ido involucrando a mi día a día lo que voy descubriendo con cada médico y de ese modo, no solo alcanzar mi meta, sino mantenerme en esa “onda”. Esto no quiere decir que sea fácil dejar de comerme una torta de chocolate, pero ahora entiendo las consecuencias de comérmela y decido si las asumo o no y cómo compensar.

Hablar de mi historia me permite inspirar a otros, es una manera de decirle a los que están en un tratamiento para bajar de peso que no están solos en esto y que querer botar la toalla es normal. Siempre nos muestran el antes y el después de un proceso, pero nunca todo lo que pasa por nuestra mente y lo que sentimos durante el mismo, y eso es lo que les voy a contar paso a paso.