Belarús, la antigua república soviética, está en shock. El presidente Alexander Lukashenko ha tenido que tranquilizar a la población inquieta por rumores de que las reservas de vodka están a punto de quedar en fondo blanco. Aunque según el gobierno la producción creció este año de 8.628.000 a 8.648.000 decilitros, el bajo costo del licor (70 centavos de dólar por medio litro) ha hecho que los contrabandistas lo saquen hacia países donde es mucho más caro. Y lo peor es que en Belarús le pagan a los jornaleros con botellas de vodka.