La temporada de lluvias comenzó nuevamente en todo el país y las autoridades, al parecer, no lograron adecuar jarillones y terminar otras obras para mitigar los efectos del invierno a tiempo. Por eso, la Procuraduría lanzó una alerta y les pidió a las instituciones ambientales que informen cómo han ejecutado los cuantiosos recursos destinados a mitigar las consecuencias de la anterior temporada y prevenir nuevas inundaciones. Cundinamarca está en máxima alerta por el río Bogotá. Hay 55 familias damnificadas por inundaciones en Cajicá, Chía, Mosquera y Soacha. En la capital hay 600 predios amenazados por inundación y 114 puntos, ubicados en zonas de ladera, están en riesgo de deslizamiento. En Santander, Valle y Risaralda se encendieron las alarmas por el aumento precipitado del nivel del agua de los ríos Lebrija, Cauca y Otún.