Carlos López, alias Caliche, fue uno de los hombres más cercanos a Juan Guillermo Monsalve, testigo clave en el proceso del expresidente Álvaro Uribe. Su testimonio fue presentado por el fiscal Gabriel Jaimes en la audiencia de preclusión del exmandatario que se adelanta esta semana. A juicio del alto funcionario, hay seis argumentos que sostienen su tesis de que el proceso debe cerrarse. Una de estas fue el supuesto nexo Caliche con el entonces congresista Álvaro Hernán Prada.
Vea la audiencia de Álvaro Uribe en vivo:
En entrevista exclusiva con Salud Hernández-Mora, Caliche había contado datos inéditos de la relación entre Juan Guillermo Monslave e Iván Cepeda. Incluso dijo que Monsalve planeó asesinar al senador hace varios años. Según López, la razón de esta decision habría sido que el congresista no cumplió con un compromiso adquirido previamente.
"No entiendo si fue que falló en alguna cosa que no le cumplió Cepeda a Monsalve. En todo caso, había un plan para matar a Cepeda de parte del señor Monsalve", dijo.
López señaló que en la elaboración de plan para asesinar al parlamentario se analizó su esquema de seguridad, según le comentó un amigo en común.
"Sabía el esquema de seguridad que cargaba. Eso sí lo alcancé a saber yo. El paisita Andresito me dijo muy clarito: ‘Ahí el hombre está con estos y estos escoltas’. El paisita sí sabía todos los pormenores; el paisita en ese tiempo sí estaba en Bogotá. Él sí sabía del plan de matar al señor Cepeda", sostuvo.
“Lo cierto es que algo pasó, algo le cumplió el señor Cepeda y abortó el plan de matarlo", agregó López.
Por otra parte, Caliche manifestó que Monsalve, que está condenado a más de 30 años de cárcel, ante cualquier oferta de un abogado que prometa sacarlo antes de la cárcel puede cambiar su versión. “Esa es la política de él”, sostuvo.
A continuación, el diálogo que sostuvieron Hernández-Mora y López.
SALUD HERNÁNDEZ-MORA: Nuevo capítulo del culebrón Uribe-Cepeda-Monsalve. Esta vez con otro testigo clave… al menos de segundo nivel, pero un testigo importante. Señor Caliche, ¿cómo está usted?
CARLOS EDUARDO LÓPEZ (C.E.L.): Bien, gracias a Dios.
SALUD HERNÁNDEZ-MORA: Caliche no es su nombre. Usted me estaba diciendo que aquí no lo reconocen como Caliche…
C.E.L.: A mí prácticamente la Corte Suprema fue la que me bautizó como Caliche. Unos me dicen Pascaro y otros Llanero. Así me conocen en el Huila como Llanero. Por eso, Monsalve me tenía en su teléfono como Llanero 1. En ese entonces yo tenía dos teléfonos.
SALUD HERNÁNDEZ-MORA: Conocemos muy poco de usted. ¿Quién es Caliche? ¿Quién es Carlos Eduardo López?
C.E.L.: Yo nací en Florencia, Caquetá. Ya 50 voy a cumplir dentro de nada. A la edad de los 22-23, me fui a vivir al Llano. Allá me casé, viví unos 13-14 años y de allá me vine desplazado por el paramilitarismo y la guerrilla al Huila. En el Huila empiezo con lo de comprar ganado, comprar caballos de paso. Aquí se mueve mucho lo que es el ganado, los caballos. Entonces me moví en ese rol de caballista y de compra de ganado. Entonces en las veredas uno empieza a escuchar problemas de guerrilla, extorsionando al pequeño ganadero, al pequeño finquero. Entonces yo iba sin ánimo de lucro al batallón —en ese tiempo quedaba el Tenerife y la Novena Brigada— y daba información oportuna de los bandidos que llegaban a las fincas a extorsionar a la gente.
SALUD HERNÁNDEZ-MORA: ¿Cómo un informante?
C.E.L.: Un informante más del Ejército. No he sido paramilitar, no he pertenecido a ningún grupo de bacrim ni nada para que la gente esté difamando, como lo dijo el señor Daniel Coronell.
SALUD HERNÁNDEZ-MORA: En ese trasegar, ¿cómo conoce a Monsalve?
C.E.L.: Esto hace aproximadamente unos 10-11 años. Conozco a unos paisitas que en el ir y venir de las cosas me los presentó un amigo para las fiestas de San Pedro. Empezamos a hablar, nos hicimos amigos... empezó una amistad con esa gente.
SALUD HERNÁNDEZ-MORA: ¿Con los paisas, no con Monsalve?
C.E.L.: Con Monsalve no, señora. En esas cosas yo estuve un día en Bogotá con Andresito, que era el paisita muy amigo mío. Estuvo viviendo hasta en la casa mía. Andábamos los dos para arriba y me dijo: ‘A usted que le gusta tanto la guerra… yo tengo un amigo afín que se llama Monsalve, se lo voy a presentar un día, que es mi patrón’. Entonces yo le dije: ‘Bueno, listo, me gustaría conocer a un tipo de perrenque y berraquera’. ‘Él está preso por hacer lo que usted hace, ayudar a combatir la guerrilla’. A mí me causó mucha curiosidad y cierto día me dio la oportunidad de irlo a visitar a la cárcel. Eso fue como en el 2011. Debe haber una reseña mía de la visita a La Picota. Nunca entré a la cárcel a visitar a Monsalve como a nombre de él, siempre entré a nombre de otros presos en el mismo patio.
SALUD HERNÁNDEZ-MORA: Eso es muy común…
C.E.L.: Eso es muy común. Le compran la visita a otro preso y usted entra. Entonces lo conocí, me cayó bien el hombre. El hombre habla muy bien y todo. Me dijo: ‘A mí me ha tocado muy duro, están cometiendo una injusticia conmigo, me tienen preso y no hay testigos de eso’. Establecí una amistad con él. Intercambiamos números, él tenía en su celda su celular y sus cosas. Miré que su celda era muy lujosa para un solo preso, eso lo miré desde el primer día que entré.
SALUD HERNÁNDEZ-MORA: ¿Qué tenía la celda?
C.E.L.: Lo normal, tenía su televisorcito, su neverita y sus cosas. El hombre la había arreglado muy bien. Desde ese tiempo conocí a Monsalve y empezamos una amistad de hablar e intercambiar. Me decía: ‘Que mire que usted está en el Huila mándeme asado, mándame bizcochos de achiras’. Entonces yo le mandaba asado huilense.
SALUD HERNÁNDEZ-MORA: ¿Y quién se lo hacía llegar?
C.E.L.: Eso se lo hacía llegar a Bogotá. Él tenía un amigo que era el que le recibía eso. El amigo era el que le llevaba el asado huilense allá. O los bizcochos o lo que yo le quisiera mandar.
SALUD HERNÁNDEZ-MORA: Entonces esa amistad fue forjándose. Tenían mucha confianza. ¿En qué momento él le comenta por primera vez algo relacionado al senador Cepeda?
C.E.L.: A ver, yo le explico una cosa. En ese tiempo el que me contaba las cosas era Andresito, el paisita que mataron hace unos siete años. Andresito era el que me decía: ‘Cepeda es el que lo tiene viviendo bueno a mi patrón’. Él siempre se refería a él como su patrón. El hecho de decir patrón era en la camaradería, uno le decía patrón a cualquiera. No era porque yo estuviera en la nómina de Monsalve, ni nada por el estilo. Andresito me decía que a Monsalve lo tenía muy bien en esa cárcel Cepeda. Un patio, una celda para él solo, esos son los lujos que no se los dan a cualquier preso.
SALUD HERNÁNDEZ-MORA: Sobre todo un delincuente común…
C.E.L.: Sí, él estaba por delincuencia común. Él estaba por un secuestro y una desaparición de un señor en el Caquetá, y tiene otros procesos por ahí, pero no tengo conocimiento de eso. Un día de tanto escuchar… para ese año el señor Cepeda estaba visitándolo a él y salieron las noticias, que el testigo estrella contra el doctor Uribe… Por eso voy a aclarar una cosa en esta entrevista: que no ha sido la primera intención mía tratar de acercarme al doctor Uribe. En el 2011 yo busqué a Hugo Tovar Marroquín, que es un abogado de aquí del Huila, amigo del doctor Rodrigo Vidal.
SALUD HERNÁNDEZ-MORA: Que es el ganadero…
C.E.L.: Que es el ganadero de Garzón. ¡Qué pena con mi amigo que lo voy a meter en este proceso otra vez!, pero quiero que las cosas se aclaren. No tengo ningún problema a que me sometan a un polígrafo puesto que voy a contar la verdad. En ese tiempo me acerqué al doctor Hugo Tovar Marroquín por medio del doctor Rodrigo Vidal. Para que se tenga claridad que esto no fue que yo quise buscar a (Álvaro Hernán) Prada o que Prada me quiso buscar a mí. Llego donde el doctor Hugo Tovar y le digo: ‘yo vengo con una propuesta para usted, tengo un amigo en la cárcel que se llama Monsalve y él me puede dar una información de ese Cepeda, que lo tiene a todo dar y le ha prometido que lo saca y no lo ha sacado’. De eso se quejaba Monsalve, cada vez que entraba yo a la cárcel me respondía lo mismo. Me decía: ‘ya en tres meses salgo; espéreme en tres meses’. Yo lo decía: ‘listo mano, nos vemos acá afuera’. Pasaron diez años y nunca salió. El señor Tovar me dice: ‘me interesa esa información si es como usted lo dice’. Lo mismo que pasó con el doctor Prada. Me dijo: ‘voy a hablar con el doctor Uribe, pero necesito que usted me explique más a fondo de la situación’. Yo dije pasa esto. Él me dijo: ‘Claro que sí, es un testigo que tiene el señor Cepeda, pero no se sabe más de eso’.
SALUD HERNÁNDEZ-MORA: ¿En 2011 usted ya se acerca a Monsalve para que él diga qué?
C.E.L.: Me diga y me explique las ayudas del señor Cepeda a él, cárcel en buen pabellón... Tratar que se retractara de lo que dijo (...) Resulta y pasa que empezamos a hablar con el señor Hugo Tovar y él me dice lo siguiente: ‘trate de comunicarse con él, que apenas usted me tenga una respuesta buena, ahí sí yo hablo con propiedad con el doctor Uribe’. Él no le comentó nada en ese tiempo al doctor Uribe. ¿Qué pasa? Andresito me dice: ‘¿Sí sabe la última? Monsalve va a matar a Cepeda’.
SALUD HERNÁNDEZ-MORA: ¿En el 2011?
C.E.L.: En el 2011.
SALUD HERNÁNDEZ-MORA: ¿Y por qué lo quería matar? Si él era el que le estaba proporcionando todo…
C.E.L.: No entiendo si fue que falló en alguna cosa que no le cumplió Cepeda a Monsalve. En todo caso, había un plan para matar a Cepeda de parte del señor Monsalve.
SALUD HERNÁNDEZ-MORA: ¿Y se llegó a ejecutar?
C.E.L.: No porque yo llego con esa información al doctor Hugo Tovar. Dije: ‘¿Sí sabe, doctor, lo que va a pasar? Que hay un plan para matar a Cepeda de parte de Monsalve’. Entonces me dice: ‘No, cómo van a hacer ese cagadón. No vayan a hacer esa embarrada. Primero, le van a echar la culpa al doctor Uribe’. Me lo dijo textualmente. Y me dijo: Yo de ahí me aparto, no quiero saber nada de esto’. Entonces yo también tomé medidas ahí y no le volví a tocar el tema porque llegan a matar a ese señor y en una investigación llegan a dar con uno.
SALUD HERNÁNDEZ-MORA: ¿Entonces usted se apartó de Monsalve?
C.E.L.: Me aparté unos meses. Él me seguía escribiendo.
SALUD HERNÁNDEZ-MORA: ¿Pero usted le comentó a su amigo, el paisita Andrés: ‘oiga no se les ocurra matarlo’?
C.E.L.: ¡Qué cagadón tan berraco donde lleguen a matar a ese señor! Lo cierto es que algo pasó, algo le cumplió el señor Cepeda y abortó el plan de matarlo.
SALUD HERNÁNDEZ-MORA: ¿Ni siquiera se intentó?
C.E.L.: No, pero sí sabía el esquema de seguridad que cargaba. Eso sí lo alcancé a saber yo. El paisita Andresito me dijo muy clarito: ‘ahí el hombre está estos y estos escoltas’. El paisita sí sabía todos los pormenores; el paisita en ese tiempo sí estaba en Bogotá. Él sí sabía del plan de matar al señor Cepeda.
SALUD HERNÁNDEZ-MORA: ¿El paisita había hecho inteligencia?
C.E.L.: Él sí sabía todos los pormenores porque dijo: ‘van a pelar a ese Cepeda. Ese man la cagó con Monsalve y lo van a pelar’.
SALUD HERNÁNDEZ-MORA: ¿Usted le dijo: olvídese de Cepeda que yo le tengo una propuesta mejor para conseguir que a usted sí lo saquen de verdad, si usted habla a favor de Uribe?
C.E.L.: Varias veces se lo dije.
SALUD HERNÁNDEZ-MORA: ¿Cómo le decía exactamente?
C.E.L.: Decía: ‘Hombre, yo voy a tratar de ayudarlo con un contacto para que le pongan un abogado bueno, contacto con el doctor Uribe. Voy a tratar de ayudarlo’. Entonces él me dijo: ‘como la gente no le cumple a uno’. Entonces yo le dije: ‘mano, usted aquí se está pudriendo, ya lleva a aquí tantos años y todos los años es el mismo cuento y Cepeda nunca lo va a sacar. Que lo tenga en un pabellón de lujo, vaya y venga, pero cárcel es cárcel, así sea de oro’. Eso se lo dije varias veces.
SALUD HERNÁNDEZ-MORA: ¿Entonces usted le decía ‘en cambio el mío sí lo va a sacar’? ¿O cómo le decía?
C.E.L.: Con esas palabras textuales de mío, no. Yo le decía: ‘Yo tengo el modo de poder ayudarle con un contacto con el doctor Uribe, que tengo acá en Neiva y que puedan mirar su caso’. El doctor Hugo Tovar me dijo en ese tiempo que había que pedir una orden a la Fiscalía para hacer un recuento del proceso de él, cómo fue que lo sentenciaron. Él está sentenciado a 37 años, si no estoy mal, por una desaparición y un secuestro.
SALUD HERNÁNDEZ-MORA: ¿El doctor Hugo Tovar le había dicho que se podía revisar el caso y ahí quedó?
C.E.L.: Ahí quedó.
SALUD HERNÁNDEZ-MORA: ¿Usted va a la cárcel y le dice las veces que se ven que se podía revisar su caso?
C.E.L.: Él me dijo: ‘Sí, sí, yo doy la declaración’. Eso sí me lo dijo. Pero es que quién no, una condena a 40 años es toda una vida. El hombre está en una situación que lo que venga de afuera para que lo ayude será bienvenido. Esto es una cosa de que se voltea para donde más caliente dé el sol.
SALUD HERNÁNDEZ-MORA: Es decir, ¿él puede dar la declaración que sea si le cumplen?
C.E.L: Si le cumple, obvio. Creo que es la política de él: si me cumplen, yo les cumplo.
SALUD HERNÁNDEZ-MORA: Al mejor postor…
C.E.L.: Eso me lo dijo varias veces. Si usted va a la cárcel y le dice que tiene un abogado que lo puede sacar. Le faltan como 20 años para salir, pero lo saca en tres, el hombre se les voltea. Créame que sí. Un tipo de esos en la situación en la que está con tal de salir puede decir y hacer lo que sea.
SALUD HERNÁNDEZ-MORA: Ustedes se conocen en el 2011 y siguen una relación hasta el 2020. Son muchos años. Él sigue preso.
C.E.L.: Todos los años me decía lo mismo: ‘Espéreme en tres meses que voy a salir’. Hubo una anécdota hace como tres, cuatro años, que yo entré y le pregunté qué le había dicho su abogado. Me dijo que lo último que le había dicho que si se podía volar que se volara. Palabras textuales. Por eso es que a él no lo sueltan para una atención odontológica en ninguna clínica ni nada porque sé que el hombre se les vuela. Él me lo dijo que el Inpec no le iba a dar permiso por el temor de que se les vuele.
SALUD HERNÁNDEZ-MORA: ¿Pero después de tantos años, si no ha cambiado, no será que él cuenta la verdad sobre lo que sabe? ¿O por qué cree que en tantos años no ha cambiado? Si usted dice que es volátil, un día puede decir que Uribe es paramilitar y al día siguiente que Cepeda es guerrillero.
C.E.L.: En ese punto, yo le quiero decir que la verdad de él no es real, de decir que estuvo de trabajador en Guacharacas en el 95. El mismo papá hace una declaración en contra de él. Y me lo dijo él mismo: ‘Mi papá está en contra mía, Carlos’. Y si no lo sabe el papá que fue el que realmente trabajó allá en esa finca. Siendo yo el papá, trato de apoyar a mi hijo. No, el papá hizo una declaración en contra de él.
SALUD HERNÁNDEZ-MORA: ¿Y lo dijo dolido con su papá?
C.E.L.: Claro. Pero él mira por el viejo. Ante todo es el papá. Él mira por los viejos.
SALUD HERNÁNDEZ-MORA: Y si él mira por los viejos, ¿por qué el papá se fue en contra de su hijo?
C.E.L.: Porque el señor sabe que esas son mentiras lo que Monsalve está diciendo. Al que creo que le consta todo es el padre de él. En estos momentos se me va el nombre del señor. Hace como tres años le mandé unos encargados para la finca de él. Sé dónde queda la finca. Y tuvimos una desavenencia porque las personas que contacté salieron en discusión con el papá y la mamá.
SALUD HERNÁNDEZ-MORA: ¿Le mandó a trabajar a la finca de Monsalve?
C.E.L.: Sí señora, de mayordomo, de administrador.
SALUD HERNÁNDEZ-MORA: ¿Él le comentaba que tenía una finca? ¿Usted le colaboró varias veces?
C.E.L.: Me dijo hasta que se la ayudara a vender. Es una finca como de 27-28 fanegadas o hectáreas. No sé, son como fanegadas. Es en Risaralda. Es de plátano y de café. Me dijo que la casa es nueva, es una finca de lujo.
SALUD HERNÁNDEZ-MORA: La historia de Monsalve es un poco extraña. Él lleva muchísimos años en la cárcel, él tenía una banda de delincuentes en Caquetá. ¿Cómo mantiene poder en la cárcel después de tantos años? ¿De dónde saca la plata? ¿De dónde saca gente para que vaya y mate a Cepeda, que es un hombre protegido? Eso sería un magnicidio.
C.E.L.: Eso me dijo en ese tiempo el doctor Hugo Tovar. Es que Cepeda no es cualquier mico de los palotes. Al escuchar esa versión de Andresito, yo dije que ni volvía a tocar ese tema porque si llegan a matar a ese tipo, empiezan con que qué gente está tratando con este señor Monsalve y venga pa‘acá todos a la cárcel a pagar…
SALUD HERNÁNDEZ-MORA: ¿Pero cómo él mantiene tanto poder?
C.E.L.: Eso sí la Fiscalía que investigue porque yo no sé. A mí no me consta que la finca se la haya dado Cepeda. Sí sé que la finca se la dieron hace unos poquitos años. Unos cuatro o cinco años le dieron esa finca.
SALUD HERNÁNDEZ-MORA: El caso es que él tiene una finca. Mantiene una plata que no sabemos de dónde la sacó. Mantiene un poder, no sabemos cómo lo mantiene. Al mismo tiempo se está vendiendo por 20 millones, cinco millones. Ese coctel de mentiras y verdades, ¿cómo resolverlo? Usted que lo conoce desde 2011, ¿qué es verdad y qué es mentira?
C.E.L.: La verdad es que es una finca que le dieron a él, pero quién sabe quién la entregó. Él me mandó fotos de la finca para que se la ayudara a vender.
SALUD HERNÁNDEZ-MORA: Vamos ahora a los WhatsApps que intercambia con Monsalve. Dice Caliche: ‘Si lo manda la JEP en un mes está afuera’ (…) Estamos en 2018. En todos esos años del 2011 al 2018, ¿usted no convence a Monsalve para que cambie?
C.E.L.: No, todo se quedó como frío. No se volvió a tocar el tema.
SALUD HERNÁNDEZ-MORA: ¿Hasta el 2018?
C.E.L.: Hasta el 2018. En febrero 20 de 2018 que es cuando habló nuevamente con el doctor Rodrigo Vidal porque estaban en ese ‘boom‘ que tenían que llevar un recurso de reposición o de apelación. Entonces dije que iba a hablar con el doctor Rodrigo Vidal para ver si podíamos hablar con el doctor Hugo Tovar Marroquín. Por eso se buscó al doctor Hugo Tovar en la sede. Él no estaba, entonces don Rodrigo se encontró con el sobrino que se llama Mauricio Marroquín y él dice que tenía la sede del doctor Prada a una cuadra y nos fuimos para la sede. Él tampoco estaba, estaba en Bogotá, lo llamaron y dijeron que él llega a las cinco de la tarde. En ningún momento el doctor Prada me llamó y dijo que viniera. Ni lo conocía. Ese señor llegó por buscar yo tratar de ayudar al señor Monsalve y de paso ayudarle al doctor Uribe.
SALUD HERNÁNDEZ-MORA: Usted confesó en algún momento que había dicho mentirillas tanto a Prada como a Monsalve en ese afán del 21, 22, 23 de febrero. ¿Pero a usted quién le presionaba para que usted fuera?, porque la Corte ha dicho que usted presionaba...
C.E.L.: A mí no me presionaba nadie. Solamente al conocer que se estaba cometiendo una injusticia con este señor Uribe yo trataba de presionar a Monsalve. Yo decía: ‘mano, ayúdese usted mismo, mijo. Ese señor Cepeda lo tiene a usted enredado’. Se lo dije varias veces porque ahí debe estar en los audios. Él me dijo que hablaba si cumplían al menos con que le pusieran un abogado para que mirara su proceso.
SALUD HERNÁNDEZ-MORA: Él seguía intentando ir a la JEP...
C.E.L.: Eso me lo pidió él. Yo le hice el ofrecimiento de la JEP, que el doctor le estaba ofreciendo que lo ponía en la JEP era una invención mía.
SALUD HERNÁNDEZ-MORA: ¿El doctor cuál? ¿El doctor Cepeda o el doctor Uribe?
C.E.L.: El doctor Uribe. Le comencé a mentir a Monsalve tratando de sacarle esa declaración.
SALUD HERNÁNDEZ-MORA: ¿Le mentía cómo?
C.E.L.: Yo le decía que venía de parte del ex para que él me creyera. Él estaba muy parco con eso. Él no me creía que yo tenía el contacto con el señor Prada. Él no estaba muy convencido. En ese momento yo le dije que lo escuché en altavoz, que lo escuché en el teléfono del doctor Prada. Mentiras totales. No veo ningún problema en que me pongan ante un polígrafo que la verdad la estoy diciendo. Eso se lo dije a la Corte Suprema.
Yo le dije a él: ‘mano, ayúdese, que el señor quizá ordenan un abogado, que yo decía que era el doctor Granados’. Y él dijo: sí yo le puedo ayudar, pero al menos miren mi caso’.
SALUD HERNÁNDEZ-MORA: ¿él qué pedía de garantía?
C.E.L: Un escrito, un papel firmado.
SALUD HERNÁNDEZ-MORA: ¿Firmado por Álvaro Uribe?
C.E.L: Firmado por un abogado de él.
SALUD HERNÁNDEZ-MORA: ¿Usted piensa que él se quedó con Cepeda porque estaba mejor en la cárcel o porque es la verdad que él tiene ?
C.E.L: Él está con Cepeda porque quién le sacó la mujer de Colombia, quién ha mirado por la familia de Monsalve: el señor Cepeda. Por medio de ONG; eso lo sé. Un tipo que le briden las comodidades que él tiene en la cárcel… Hombre si a mí me tienen en un salón de estos viviendo como un rey, yo estoy con quien está en estos momentos ayudándome. El hombre está al palo que le dé más sombra.
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