El anuncio del presidente Vladímir Putin de que su país logró crear la primera vacuna contra el coronavirus sorprendió al mundo y generó un profundo debate en la ciencia. Durante una reunión de gobierno, Putin aseguró el martes que la vacuna fue desarrollada por el Instituto Gamaleya y obtuvo su registro después de dos meses de ensayos en humanos. Además, indicó que una de sus dos hijas fue una de las primeras personas que se la aplicó. Muchos científicos han manifestado preocupación sobre la velocidad del desarrollo de esta vacuna, pues consideran que los investigadores estén bajo presión.
De otra parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó que para una aprobación de la vacuna se requiere una revisión rigurosa de los datos de seguridad. Rusia no ha publicado, por el momento, los estudios detallados de los resultados de los ensayos clínicos que demuestren su eficacia. En la edición de este miércoles del programa "Al Ataque", el científico colombiano Manuel Elkin Patarroyo afirmó que es difícil dar una opinión sobre esta vacuna debido a que no se conoce mayor información del proceso previo a su creación. “La ciencia tiene unas características que son muy rígidas, muy estrictas. Los conocimientos deben darse a conocer públicamente para que todos tengamos acceso y encontremos las ventajas y las desventajas. ¿Qué pasa con la vacuna rusa? Que nadie tiene información. No sabemos nada, salvo lo que dice Putin. Ahí es muy difícil tener una opinión, ahí es muy difícil dar un concepto”, dijo.
Patarroyo señaló que los científicos quieren “tener la información de primera mano para acatarla, aceptarla o criticarla. Eso es lo que no ha sucedido con la vacuna rusa. De manera que es ahí de donde viene el escepticismo”. "Hay que mantener una cautela, una especie de reserva cuidadosa para no entrar en ilusiones que luego nos traigan grandes frustraciones", dijo.
El científico manifestó, además, que no ve razones para que esta información no se haya dado a conocer. “No debe haber miedo de compartir la información porque resulta que todo esto es patentable. Entonces, tan pronto como alguien descubre algo, inmediatamente puede patentarlo. El solo hecho de ponerlo en el registro de patentes lo protege por 27 años”, dijo. Afirmó que actualmente los proyectos de vacuna que están en marcha solo producen anticuerpos por máximo 40 días, por lo que pidió cautela. “Una vacuna es segura porque dentro de las 100 o 1.000 personas no produjo daño hepático, renal o pulmonar. Lo otro es que induce anticuerpos. Pero déjame hacer una observación: no nos dejemos engañar por eso. Que lo máximo que están diciendo es que producen anticuerpos en 26 días y lo máximo es hasta 40 días”, dijo. Patarroyo afirmó que en principio se busca que una vacuna genere protección por un periodo de entre 5 y 10 años. “Lo que se espera es que proteja de 5 a 10 años, pero en esta situación excepcional puede ser un año”, sostuvo.
Por su parte, Xavier Colás, corresponsal en Moscú del periódico español "El Mundo", manifestó que en el país hay algo de escepticismo frente al anuncio de la vacuna. “Rusia todavía está en la fase de escepticismo sobre la propia enfermedad. Aquí lo que ha imperado es el miedo a otra cuarentena. Lo que les ha llegado a los rusos, más que las explicaciones científicas, es saber que la hija de Vladímir Putin es una de las personas que se ha prestado a aplicarse la vacuna. Putin lleva 20 años en el poder y sabe en qué lenguaje dirigirse a los rusos”, dijo. El periodista subrayó que “ese simple detalle que el presidente dejó caer cuando hablaba con personas del gobierno tranquilizó un poco a un sector de la población”. Agregó que las autoridades rusas dijeron que se va a emplear en primer lugar con los profesionales de la salud y los profesores. “Han dicho que se va a realizar un registro digital de las personas que se han prestado a aplicarse la vacuna”, dijo.