La emergencia por el coronavirus en Colombia ha llevado a cientos de ciudadanos a reinventar sus formas de vida para resistir el encierro de la cuarentena. Es el caso de Nubia Rocío Gaona y sus dos hijos, Jaime Alejandro y Arley David, quienes saltaron a la fama en los últimos días tras abrir un canal de YouTube que ya cuenta con más de 400.000 suscriptores que siguen sus contenidos para saber acerca de cómo es la vida en el campo colombiano.

Pese a vivir en una vereda a tan solo 30 minutos de Bogotá, en Chipaque (Cundinamarca), la familia Gaona carece de energía eléctrica, lo que no ha sido obstáculo para que en solo 20 días logren un récord que muchos ‘youtubers‘ envidiarían. Sin poderosas cámaras profesionales, trípode o un guion de televisión, Nubia y sus hijos muestran al mundo, sin mayores pretensiones, cómo es la vida diaria de un campesino. “Nosotros quisimos crear un canal que sea educativo para todos y que la gente aprenda lo que es vivir en el campo, cómo se sufre y cómo se pasa de bueno en el campo”, cuenta David, quien, según Nubia, tuvo la original idea del proyecto.

Pero los Gaona no podían cumplir solos el sueño de ser ‘youtubers‘. Por eso buscaron ayuda de Sigifredo Moreno y su iniciativa de Huertos de la Sabana, un vecino ingeniero de la Universidad Nacional dedicado a ayudar a campesinos a comercializar sus productos. “David le había dicho a su madre que quería ser ‘youtuber‘. Estábamos en plena pandemia cuando llamaron a mi esposa y le preguntaron que si les podíamos colaborar en eso. Teníamos una cámara normal y mi esposa grabó el video y se editó muy sencillo. No tiene nada del otro mundo. Yo comencé a moverlo por mis redes sociales, en WhatsApp, y de un momento a otro se viralizó”, narra Sigifredo. Juliana Zapata, su pareja, cuenta que al preguntarles a los niños qué querían enseñar en el video, lo grabaron y a los dos días tuvo una repercusión que no imaginaban. En un solo día lograron 110.000 suscriptores, cifra que otros productores de contenido alcanzan después de varios meses de trabajo.

“Lo que he leído, porque no soy un experto en el tema, es que el video que se volvió viral tenía sentimientos, tenía alegría, humildad. Tenía un problema y daba la solución, que era comida que se puede cultivar”, agrega. Nubia cuenta que, pese a que Juliana les explica cómo deben dirigirse a la cámara, ellos prefieren hablar a su estilo y de manera espontánea. “Hoy nos levantamos y ya sabíamos que nos tocaba hacer ese video. Ahí van de un ladito a otro saliendo cada pregunta”. Después de muchos tropiezos y largas horas de grabación, Nubia y sus hijos grabaron su primer video con una duración de dos minutos y medio, que ya tiene más de un millón y medio de reproducciones en YouTube.