De la mano de carteles mexicanos, como el de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, y otras mafias internacionales, las bandas criminales locales asesinan candidatos y alcaldes. Las cárceles son centros de operación del narcotráfico y de ajustes de cuentas. Y periodistas son amenazados por investigar nexos entre la mafia y altas esferas del Gobierno. Todo esto ocurre en plena campaña para las elecciones presidenciales del próximo 20 de agosto.
Cancele en cualquier momento