Los rescatistas hallaron al recién nacido y a su madre, luego de pasar 90 horas bajo los escombros. Ambos fueron trasladados a un hospital de la provincia de Hatay. Este caso se une al de Aya, que significa milagro en árabe, la bebé que nació bajo un edificio derrumbado en el noroeste de Siria y seguía unida por el cordón umbilical a su madre fallecida.