La decisión del tribunal es que Dani Alves continúe en prisión preventiva a la espera de juicio como sospechoso de violar a una mujer en una discoteca de Barcelona. El tribunal considera: “Concurre un elevado riesgo de fuga vinculado a la elevada pena que puede serle impuesta, los severos indicios de criminalidad contra el mismo y la capacidad económica abultada que le permitirían abandonar España en cualquier momento”. Para el tribunal, retirarle el pasaporte al exjugador del FC Barcelona de 39 años no le “impediría (...) salir de España por vía aérea o marítima, o incluso terrestre, sin documentación”.