“En noviembre pasado hubo una noticia de la agencia Bloomberg en la que informaba que desde PDVSA se habían seleccionado una empresa venezolana y una colombiana para participar en este negocio. Nosotros quisimos entender qué había detrás de esto y por qué de parte de ambos gobiernos había un secretismo absoluto. Encontramos que desde antes de la posesión de Gustavo Petro, desde el lado venezolano, se daba por hecho que esto era un negocio que estaba caminando. Es cierto que el negocio se está dando y que tiene unos actores, unas empresas ya beneficiadas y unos empresarios del lado venezolano que fueron tejiendo esto en simultáneo a la carrera de Gustavo Petro hacia la Presidencia. Todo comenzó el año pasado desde Venezuela con el aval de PDVSA y el aval del poderoso ministro del Petróleo, Tareck El Aissami”, dice el periodista.