La expulsión por espionaje de dos diplomáticos que estaban acreditados en la Embajada de Rusia en Bogotá es un hecho grave. Aunque es una práctica común que algunas embajadas sirvan de fachada para realizar operaciones de inteligencia, es la primera vez que un país latinoamericano ordena la salida de funcionarios rusos por estos hechos.
El Control de SEMANA habló con uno de los miembros de la inteligencia colombiana que logró develar la operación de espionaje ruso en Colombia. Aseguró que aún quedan por lo menos 21 espías rusos en la embajada de ese país en Bogotá.