El domingo tuve la impresión de estar de nuevo ante un Caguán, ante otra gran tomadura de pelo para el país. Se avecina un periodo donde las FARC-Ep van a fortalecerse, van a aprovechar que no les disparan, para disparar solo ellos. Van a hacerse cada vez más poderosos en los territorios.
La escenificación fue perfecta. Una mano de guerrilleros armados hasta los dientes y el jefe hablando de paz. Dijo que resuelven las diferencias dialogando, piensa que el de las balas es el idioma común de los humanos. Nos van a tomar el pelo, se van a reír de nosotros.
Proceso Farc: Tomadura de pelo
Todo fue esperpéntico, todo fue una bofetada a las víctimas. ¿Cómo permiten que sonara el himno de las FARC? Que desfilen como si fuesen los grandes señores. Estamos en un país al revés. Una cosa es hablar de la “Paz total” porque ganaron las elecciones, pero no pueden permitir que hagan todo el día apología del terrorismo. El otro día dejaron que los niños los despidieran como los grandes pacifistas y ahora, como si fuese un ejército legítimo.
Y muy preocupante la presencia de la Guardia Campesina. La entrenan las FARC, la dirigen las FARC y la utilizan las FARC a su antojo. El gobierno debería ponerle freno ya a una organización que va a ser un problema en el futuro. De hecho, ya lo es en algunas partes.
¿Recuerdan el “cerco humanitario” de San Vicente del Caguán, es decir, el secuestro de los policías del Esmad, y el asesinato de un policía? Esa misma Guardia Campesina seguro que estaba en el show del Yarí.
Iván Mordisco lleva 20 años en la guerrilla. Ha sido de todo, explosivista, francotirador, comandante de Frentes tan temidos como el Primero. Su banda es responsable de atrocidades como la masacre de Karina García, su mamá y cuatro acompañantes. Como la de la líder indígena Cristina Bautista. Como el de Johnny Rodríguez.
Estas FARC-Ep son culpables del reclutamiento de menores, de niños pequeños, entre otros muchos crímenes de lesa humanidad.
Pero él ya sabe que todo eso quedará sepultado bajo un manto de impunidad. Como en el proceso de paz de Santos ¿Recuerdan ese trino cínico, mentiroso, de los años en que insistieron que los mentirosos éramos los críticos y no ellos?
Por eso tiene el descaro, la desvergüenza, de aparecer ante el país armado con un fusil de última generación, a bordo de una lujosa camioneta robada. Y se permite leer un discurso político, como si fuese algo distinto al capo de una banda que vive del narcotráfico.
Dijo la senadora Clara López, del Pacto Histórico, en debate de Vicky en Semana, que esas Farc son políticas y que es positivo negociar. Así que veremos a Iván Mordisco y a John Mechas en el Senado; les crearán otra JEP solo para ellos; otra Comisión de la Verdad, y lo que pidan.
Este gobierno se ha empeñado en santificar a los criminales, y nos los vamos a tener que tragar. Lo que hicieron el domingo tiene la misma improvisación del trino del presidente del 31 de diciembre: Hágase la paz y ahí ya vemos qué gabelas les regala este país. ¿A cambio de qué? A cambio de nada. Porque de esta guerrilla surgirá otra. Porque habrá algunos que no se van a desmovilizar. Lo del domingo, siento decirlo, porque me encantaría equivocarme, es crónica de un fracaso anunciado.