Hace un año que lo mataron. Rafel Moreno era un periodista que destapaba escándalos de corrupción. Lo asesinaron el 16 de octubre del 2022.

Y el crimen dio resultado. Le cerraron la boca, el miedo a correr la misma suerte silenció a otros periodistas de su región, y un clan político que Rafel denunciaba, está ahora mejor que nunca.

Ocupan altos cargos y aspiran a ganar una alcaldía y una gobernación en las elecciones locales.

Rafael debe estar revolcándose en su tumba.

No sabemos quién contrató a los sicarios y de pronto jamás lo conoceremos. Pero algo se puede hacer para honrar su memoria: No voten por el clan Calle. Ni por el cacique, Gabriel Alberto, ni por su hijo, Gabriel.

Vean el resto del vídeo y comprenderán por qué.

NO VOTEN POR EL CLAN CALLE

Fui a Montelíbano, San José de Uré, La Apartada y su natal Puerto Libertador para indagar sobre su homicidio.

Con posterioridad, un grupo de colegas, coordinados por Forbidden Stories, también hicieron un importante trabajo para que su muerte no quedara impune.

De momento, ningún esfuerzo ha servido para nada.

A Gabriel Calle lo apoya el Pacto Histórico para la gobernación. Fue ficha del Ñoño Elías, pero dio un salto muy conveniente para la familia. Corrieron un poco la línea ética para quedar bien situados.

Su papá, jefe del clan, Gabriel Alberto Calle, quiere volver a ser alcalde de Montelíbano.

No olvidemos que el tercero de los Calle, Andrés ya coronó: gracias a que fue gerente de la campaña de Petro en Córdoba y es muy hábil, hoy es el presidente de la Cámara de representantes.

Como dije en la nota que hice, Rafel Moreno tenía al clan Calle en su punto de mira.

El periodista asesinado les lanzaba acusaciones tan graves como esta:

“Ellos quieren robarse el municipio literal. Y que nadie les diga nada”.

Uno de la presunta corrupción que develó señalaba directamente a Gabriel Calle papá. Se refería a una cantera ilegal en una hacienda de su propiedad. Por esa denuncia, frenó un contrato de 30 mil millones.

No me digan que no es irónico el homenaje que le rindió en su día el Senado:

Los políticos que se pusieron en pie. Y luego sus colegas eligieron a Andrés Calle al frente del Congreso. La política es dinámica.

Fue la crónica de un homicidio anunciado. Rafael recibía amenazas de muerte todo el tiempo. La de una carta con una bala, fue una de tantas.

Le suplicaban que se callara, pero no le daba la gana. ¿Para qué ofrendó su vida?

Rafael en el cementerio, Andrés dicta clases de ética y oralidad desde el Congreso, el papá puede ser alcalde de nuevo y gobernar como todos sabemos, y el niño Gabrielito, seguir los pasos paternos si conquista la gobernación.

Es el cambio que venden y que compraron millones de colombianos.

Lo siento, Rafael. Tu sacrificio no sirvió de nada.