Jonathan Velásquez, abogado y representante de las familias de 4 de los 5 jóvenes asesinados en Llano Verde, reveló en SEMANA Noticias que Gabriel Alejandro Bejarano, el principal sospechoso de la masacre y por quien las autoridades ofrecen 50 millones de pesos de recompensa por información que lleve a su captura, tenía una condena vigente y estaba confinado en la modalidad de "casa por cárcel" al momento del crimen. Según el jurista, Bejarano burló la seguridad del Inpec, salió a la calle y cometió el brutal delito. “Este señor tiene dos procesos (penales) con sus respectivas condenas por el delito de tráfico (de estupefacientes) y porte de armas. Luego de largas horas de audiencia y un descubrimiento probatorio por parte de la Fiscalía General de la Nación se demuestra con las pruebas obtenidas y con las declaraciones de los dos capturados que es esta persona quien acciona el arma de fuego tipo revólver que se utilizó para asesinar a estos niños (…) con tiro de gracia, encontrándose de rodillas en total indefensión”, aseguró el jurista.

“La cartilla biográfica del interno nos demuestra que esta persona tenía medida de aseguramiento vigente: él no tenía por qué pisar la calle”, fue la conclusión a la cual llegó el representante de las víctimas tras conocer un documento de la Dijín de la Policía en el cual se establece que Bejarano fue condenado a 38 meses de prisión por el delito de fabricación y tráfico de armas y municiones de uso privativo de las Fuerzas Armadas, así como tráfico y porte ilegal de armas de fuego.  La Policía del Valle del Cauca capturó el viernes pasado a Yefferson Marcial Angulo y Juan Carlos Loaiza, cómplices de Bejarano y presuntos responsables del hecho, quienes no aceptaron los cargos de homicidio agravado y tráfico de armas, también agravado.