“Muchísimas, es impresionante”, así contesta Rodolfo Hernández sobre las muchísimas personas que se han postulado para trabajar con él. “Me lamben así (gestos), todo el día en eso. Pues yo los recibo, es la angustia de la gente. Como no crece la economía, todo el mundo quiere trabajar con el Estado. Ya no pagan tan mal. Algunos no trabajan, llegan a las nueve y se van a las tres de la tarde. Conmigo no”, sostiene.

“Ahorita resultaron un pocotón de aparecidos, llevaban 40 años sin llamarme. Y ahora me dicen que votaron por mí, que me van a ayudar. Yo les agradezco a todos. Pero eso simplemente es una farsa. ¿Qué persiguen? Conseguir un acercamiento conmigo y muy seguramente los que son mayores quieren que le meta un hijo al gobierno. No vamos a poner a amigos míos, ni a familiares, ni a mi mamá, ni a mis hijos, ni a mis compañeros de estudio. Solo a gente competitiva que agregue valor. Colombia no puede seguir con nepotismos. Esa es una manera de corrupción descarada”.