En la compleja trama del asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse, se ha dicho que hubo un exmilitar clave: el capitán retirado Germán Rivera. El hombre habría sido el líder del grupo de colombianos y quien los habría convencido de aceptar la misión en la isla. SEMANA conoció el testimonio completo de Rivera, quien reconoció que trabajaba para la empresa CTU —que realizó la contratación de los colombianos— y fue uno de los primeros en llegar a la isla. “Me empiezan a hablar del presidente de acá, que no era un presidente legítimo, que era un dictador, que su periodo presidencial ya había terminado, que había disuelto el Senado, que había destituido unos jueces, que estaba gobernando por decretos”, explicó.

Solo los últimos días, a los hombres les fue revelado el verdadero plan: asesinar al presidente y a todos los que estuvieran allí. “Joseph Felix Badio, en una reunión, dijo que teníamos que matar a todos”, sostiene Rivera. “Dijo que que había que matar a todos; los policías, la seguridad del presidente, todo al que se encuentre dentro de la casa, que había que matarlo para no dejar nada suelto. Entonces yo le dije que no, que nosotros no íbamos a matar a nadie, que nosotros no habíamos venido acá, a este país (Haití), a matar a nadie. Y la prueba de ello es que todos esos policías fueron detenidos, a ninguno se les hizo nada, a ninguno, solamente que estuvieran quietos, pero a ninguno se le hizo daño”, relató el exmilitar.