Ni los perros tienen una agudeza olfativa tan precisa como las abejas. Es por eso que un grupo de científicos se dio a la tarea de entrenar a estos insectos para que aprendan a identificar los casos positivos de covid-19.
Se trata de abejas de la especie ‘Apis mellifera’, conocidas comúnmente como abejas europeas y entrenadas para extender sus lenguas cada vez que reconozcan, a través de su agudo olfato, muestras positivas de la enfermedad. El entrenamiento consistió en dar agua azucarada a las abejas cada vez que detectaban una muestra infectada, un acondicionamiento que también es aplicado a otras especies y que es conocido como pavloviano (clásico), que consiste en la estimulación del comportamiento de un ser vivo a través de refuerzos positivos o recompensas.
Los científicos de la Universidad de Investigación de Wageningen aseguran que es un método eficiente en la detección de enfermedades, patologías e infecciones porque estas provocan cambios metabólicos en el cuerpo de una persona o un animal infectado, entre ellos el olor. Es decir, que una persona infectada huele distinto, así no sea perceptible al olfato humano.
Y aunque la técnica no es usual, tampoco es del todo nueva, pues en 1990 el Departamento de Defensa de Estados Unidos utilizó insectos para detectar explosivos y toxinas en sus instalaciones. Los investigadores aseguran que las abejas no pretenden reemplazar el sistema clásico de detección de covid, pero sí creen que podrían ser un mecanismo efectivo en lugares remotos, de bajos recursos y donde las pruebas sean escasas.