Luego de las últimas revelaciones de SEMANA sobre interceptaciones ilegales y seguimientos a periodistas, analistas y políticos, surgieron una serie de dudas y preguntas, las cuales comienzan a hacerse públicas. 1. ¿Quién o quiénes dieron la orden? Un sector de la opinión pública cree que este tipo de prácticas va más allá de algunos mandos militares. 2. ¿Para dónde iba la información o quién o quiénes la recibían? Hay un gran interrogante sobre los destinatarios de la información. 3. ¿Quién más, además de algunos militares, conocían de estas interceptaciones? 4. ¿Qué iban a hacer con la información? ¿Solo campañas de desprestigio o había otra finalidad o finalidades? Una última pregunta se refiere a determinar desde cuándo ocurrían estas interceptaciones ilegales.

El Poder habló con el senador por la Alianza Verde Antonio Sanguino, una de las víctimas de estas interceptaciones y seguimientos ilegales. Él manifiesta que desde el año pasado tenía esa información de interceptaciones y que las revelaciones de la revista SEMANA no hacen más que confirmar esa información. Plantea una posible moción de censura al ministro de la Defensa, que será promovida por sectores de la oposición, así como la decisión de acudir a instancias internacionales.

También, participó Julián Martínez, quien ha hecho investigaciones sobre las chuzadas en Colombia. El periodista Martínez dice que hay una continuidad entre lo que pasó en los mandatos del hoy senador Álvaro Uribe, en materia de interceptaciones ilegales, y lo que actualmente sucede.   Las autoridades han manifestado que estos hechos son acciones individuales, pero que no son ni una política emitida por el mando militar y tampoco compromete a la institución militar. Igualmente, se supo que el nombramiento del general en retiro Nicacio Martínez como agregado en la Otan fue reversado. Todo indica que el escándalo de las chuzadas y seguimiento apenas comienza.