Hace unos días, la Revista Semana publicó una encuesta de Fenalco Bogotá y Cundinamarca, la cual es reveladora sobre lo que ocurre en el comercio en la actual crisis.

Para el 77 % de los comerciantes las ventas, desde el inicio de la cuarentena cayeron entre un 81% y un 100%. Muchos tienen sus negocios cerrados. Solo un 9,4 % dijo que las ventas disminuyeron entre el 50% y el 80% y apenas el 4% manifestaron que cayeron menos del 15%. Igualmente, la alcaldesa de Bogotá manifestó que las pequeñas y medianas empresas emplean cerca del 60% de las personas en Bogotá. El Poder habló con varios con propietarios de bares, teatros, cadenas de restaurantes, empresas textiles y en general negocios de economía de contacto. El panorama fue desolador, la mayoría manifestó que la reducción de salarios y planta es inminente, otros dijeron que están a punto de entrar en insolvencia y que en cuestión de pocas semanas entrarían a liquidación total. 

La misma encuesta de Fenalco manifestó que tras la extensión de la cuarentena, el 44 % de los comerciantes optaría por suspender contratos laborales, el 19% otorgaría licencias no remuneradas y el 13 % enviaría a vacaciones al personal. Sin embargo, los datos desaladores llegaron en las últimas horas. Por un lado, el DANE confirmó que el desempleo creció y llegó al 12,6 %, para el mes de marzo. Igualmente, la OIT u Organización Internacional del Trabajo dijo que la mitad de 3.300 millones de trabajadores en el mundo podrían estar en riesgo de perder sus medios de vida para el segundo trimestre de 2020 en medio de la pandemia.

La OIT, también, aseguró que los reglones económicos más afectados son los servicios de alojamientos, actividades comerciales y la vivienda. Estos son los sectores que más empleo generan, en países como Colombia. Es un panorama complicado y desalentador. Todos estos pequeño micro empresarios están en un grave riesgo.