El ministro de Defensa colombiano, Carlos Holmes Trujillo, anunció, en la plenaria virtual del Congreso de la República, que en el país se encuentran, desde el pasado 27 de mayo, cinco militares norteamericanos y que el martes llegaron otros 48. Estos últimos están en aislamiento preventivo obligatorio por dos semanas. Sin embargo, el debate y las dudas no cesan en Colombia por la llegada de tropas norteamericanas.

Sobre la llegada del contingente de la SFAB o Brigada de Asistencia a Fuerzas de Seguridad del Comando Sur de Estados Unidos se ha generado todo tipo de interpretaciones y análisis. Para el Gobierno colombiano y personas del Gobierno norteamericano, la llegada de estos militares es un componente de la cooperación entre ambos estados con el objetivo de reforzar la estrategia de lucha contra las drogas y la estrategia del Estado colombiano de las Zonas Futuro. 

También se ha dicho, de forma más limitada, que este contingente sería algo así como el componente terrestre del despliegue marítimo hecho en el mar Caribe a principios de año y que fue anunciado como una estrategia renovada de lucha contra las drogas. Y claro, algunos opinan que detrás de esto hay algo más y que podría tratarse de una estrategia de desestabilización contra el régimen de Nicolás Maduro. Wola, una ONG en los Estados Unidos, manifestó que “una respuesta del Departamento de Estado a una investigación de 2010, la última vez que Wola recibió números sólidos sobre la presencia militar y contratistas de los EE. UU. en Colombia, mostró que durante la década de 2000 la cantidad del personal militar de los Estados Unidos varió de un mínimo de 91 a un máximo de 563”. Esto sin contar las tropas norteamericanas que buscan a los tres contratistas secuestrados por las Farc. Entonces, agregar 53, tiene un impacto importante, pero no es nada escandalizador.

Para ir a fondo sobre el tema y determinar la probabilidad de las diferentes versiones sobre la llegada de los militares norteamericanos, Ariel Ávila, director del programa ‘El Poder‘, habló con el senador por la Alianza Verde Antonio Sanguino y con el especialista norteamericano Adam Isacson, de Wola. Ambos analizaron el impacto de estos militares en la lucha contra las drogas, las posibilidades de que esto tenga que ver con Venezuela y el impacto político. Todo parece indicar que el debate no cesará en los próximos días.